martes, 31 de marzo de 2009

Bonjour tristesse


...Es curioso cómo la tristeza acaricia como un terciopelo incómodo, como una seda molesta, con la dulzura y la determinación ácida de un espejo que se fragmenta para siempre, de una brújula a la que un imán desconcierta, de un asesino o un suicida que prepara el mecanismo perfecto para el golpe definitivo, con lo irremediable como telón de fondo...
...El epicentro de la casa era ella, y ahora todos estamos huérfanos, un poco perdidos, muy solos... Ella falta y va a faltar siempre, y es descorazonador, crucial, y no hay consuelo para ello, no hay metáforas, ni silencios, ni recuerdos, ni muletas que sean capaz de suplir esa dentellada en el tiempo y en el espacio...
...Sus objetos siguen estando ahí, su ropa sigue estando en el armario tan huérfana y obscena, y basta encontrarte las babuchas, porque ella decía babuchas, ver una manzana que ella decía pero, o ver las habichuelas, en la cocina, o el mantón que se ponía en los pies cuando se adormilaba viendo Arrayán o la copla de Canal Sur, la bata de flores, los objetos que en la casa estaban para facilitarle la vida a ella, su modo de reírse, el último lugar donde la vi, el último beso que le di estando viva porque el jueves, mientras compraba el billete para venir a verla deseando que todavía le quedara un poquito más de aliento para mí, me dijo mi madre unas palabras que sabía que alguna vez oiría pero que una vez rumiadas no me fue capaz de digerir del todo: "ha pasado lo peor... que ha muerto", y lo primero que me vino a la mente fue ella lavándome las manos cuando era chico, primero una mano y luego la otra...
...Ahora es sólo destapar el perfume que ella se ponía cuando estaba en mi casa y es convocar un aquelarre de fantasmas y de nudos de garganta, una verbena de lágrimas y una fiesta que parece que siempre está terminando, que nunca acaba de arrancar, que ya ha sido, perezosa y terrible... Se hace duro el viaje en tren, solo frente a unos recuerdos demasiado atolondrados y sensibles, y encontrarme a los primos, a la gente que ella, porque era maravillosa y porque sí, fue convocando a su vera, fue cobijando y queriendo, dándosenos, como la estampa del cristo del Cautivo que me metía en las mochilas y que recorrieron Italia, Londres, Francia, las intemperies y los cuchillos, en el bolsillito junto a la caja de condones, y durmieron en la calle, en un banco, en los mejores hoteles y en los más cochambrosos, estuvieron en el Amazonas y cruzando el río Usumacinta en la selva del Petén, me sostuvo cuando me atracó el tipo en Puerto Barrios, la primera noche que hice el amor con ella en el lago Petén-Itzá, cuando iba y venía de Nápoles, cuando, cuando, cuando... Siempre la estampita del cristo del Cautivo, patrón de los ladrones, de los navegantes y de los viajeros...
...Nos veo a todos nosotros, los insectos que revoloteábamos en torno a ella, que la amábamos, un poco perdidos, sobreponiéndonos a una ausencia que sólo apuntalamos maltrechos, cada uno como puede: después del entierro quise emborracharme, miré a los demás, y cada uno trataba de agarrarse a un clavo ardiendo: yo tenía el ron, mi madre y mi tía limpiaban, recogían, mi abuelo miraba los árboles del patio y se preocupaba de si los gatos tenían comida, mi hermana dormitaba, leía una revista... Clavos ardiendo porque la butaca donde se sentaba mi abuela estaba vacía y sabíamos que a partir de ese momento, con ella ya bajo tierra, iba a seguir vacía... ...En el tanatorio, mirándola inerte, pálida y amarillenta, con sus ojos cerrados, a través del cristal pensaba en su útero: ese útero grandioso que trajo al mundo a seis hijos más otro que no pudo ser y uno que no llegó ni a poder ser... Ese útero extraordinario y generoso que fue capaz de crear a este enjambre de gente que la adorábamos, esa gente loca que la quería con locura, con nuestras risas y nuestros gritos y nuestras manías y nuestro toque artístico, porque la gran artista era ella: "nos quedamos sin abuela", me dijo apenas me vio el abuelo de quien ha sido su compañera durante toda su vida y a quien, también él, por la inercia y la fuerza de la veintena de nietos que tuvo, también terminó llamándola abuela... Cuando venía a Madrid me escondía detrás del sillón, y para mí, la Venta La Primera, era la casa de la abuela, y era ella leyendo el periódico con la bata, viendo telesur, pelando habichuelas, cocinando para todos con esas especias y ese puntito que le ponía a todo lo que hacía, era ella, ahora, en los últimos tiempos, sentada en la butaca y apretándome la mano con fuerza cada vez que me iba... La última vez que besé sus sienes con el pelo blanco fue en diciembre... Sólo por unos días, por unas horas, por un último golpecito más de corazón no pude despedirme de ella sabiendo que aquel sí iba a ser el último beso...
...Queda el recuerdo, sí, lo sé, el recuerdo interminable, inagotable, de esa señora a quien en el 84 dieron pocos meses de vida por un cáncer al que terminó ganando la partida, de esa señora que, como cuando pensaba en su útero, también pensaba que nos había creado a todos nosotros, y nos había hecho reír y había sufrido y no habíamos podido hacer otra cosa con ella que adorarla...
...Lo raro es levantarse cada día, estar en Sevilla, tomarse el café, caminar por el pasillo, mirarse en el espejo, ojeras, pelo despeinado, descalzo, y no haber despertado de la pesadilla...
...Es levantarse y susurrarle al día "buenos días, tristeza" porque uno sabe que a partir de ahora todo será una butaca vacía y esos recuerdos enormes que un día también nosotros nos llevaremos para siempre...
Miguel Ángel Maya.
Sevilla, 31 marzo 2009.

viernes, 27 de marzo de 2009

Abuela


...La abuela Ana María se ha ido para siempre y no es fácil acostumbrarse a este vacío porque la adoraba, la adorábamos, la amábamos...
Miguel Ángel Maya
Sevilla, 27 marzo 2009


martes, 24 de marzo de 2009

Roberto Bolaño y la maldición de las viudas


...El otro día, por unos instantes, me marché del hospital de Saint-Périne la noche del primer bombardeo nazi sobre París, del cabaret berlinés donde termina sus días uno de los personajes de la novela, y no sé cómo o más bien como se suele llegar a las cosas en internet, me envié estos tres artículos (pinchar en cada una de las tres palabras) a mi email...
...Son interesantes y da que pensar acerca de la maldición de las viudas...
...Necesito un poco de Sur como el comer...

Miguel Ángel Maya
Madrid, 24 marzo 2009

viernes, 20 de marzo de 2009

Los abrazos flojos y los argonautas


...Caetano Veloso cantaba en Os argonautas:
O Barco! Meu coração não aguenta Tanta tormenta, alegria Meu coração não contenta O dia, o marco, meu coração O porto, não!... Navegar é preciso Viver não é preciso... O Barco! Noite no teu, tão bonito Sorriso solto perdido Horizonte, madrugada O riso, o arco da madrugada O porto, nada!... Navegar é preciso Viver não é preciso...

...En medio de este desigual campo de minas en que ando sumido, sumiso, en un girar de peonza enloquecida, abducida y suicida, le daba vueltas al hecho de cómo se cachondean de nosotros, se pitorrean, se desenmascaran, me hastían los tramposos victoriosos de siempre...
...Tenía puestas mis esperanzas en un poco de Almodóvar, de quien soy casi incondicional, y creo que, con mucha diferencia, "Los abrazos rotos" es su peor película: no me creo ni la historia, ni los personajes, ni la trama. Narrativamente es sorprendentemente pobre, confusa, ñoña...
...Salí cabreado y me tomé una cerveza...
...Hoy he vuelto a las andadas de hacker, al Cabaret, al silencioso batallar contra casi, ya, cualquier palabra, cualquier frase, cualquier escena: todo se ha convertido ya en un campo minado, en una ruleta rusa, en una tierra de nunca jamás, ya he perdido de vista el puerto, y navegar es necesario, vivir no, o menos, o nada, como los puertos, sedentarios y receptivos...

Miguel Ángel Maya
Madrid, 20 marzo 2009.

martes, 17 de marzo de 2009

Mi mejor bulería


..."Y no te das cuenta, flamenca,
que ser libre como el viento es mejor que ser princesa"...
Manuel Molina

...Suena María Jiménez, que canta una canción de Vasco Rossi con acento trianero y su cálida voz aguardentosa de grajo tierno, en la jarra quedan restos de cerveza, espuma, el documento word de "Cabaret en las tripas del difunto" está varado en la página 112, con muchos corchetes en rojo, justo cuando el narrador descubre la existencia de un cómic que da un vuelco a la trama: es decir, en un momento crucial de la historia, y he decidido pararme, terminar la litrona que queda en la nevera, bajar al mercado de Antón Martín, comprar verdura y pechuga de pollo y unos huevos que han traído ahora y que son muy gordos, y que hechos con aceitito y ajo picado y tomillo, con unas patatas al horno con pimientón son deliciosos...
...La primavera trae de la mano mi ciclotimia de inseguridades y supuestas genialidades que termino arrojando a la basura, de tramas convulsas en el primer bombardeo nazi de París, en 1941, de silencios, de reescrituras, de desencuentros como los de Goyeneche, y la portada, que ya he pensado cómo será, y esa intemperie extraña que ni siquiera se calmará cuando el manuscrito no sea mío y esté ya en las abstractas manos de la editorial...
...Mi mejor bulería es precisamente esa: los momentos como estos, la primavera, el estrés, la presión, los sueños delirantes en mitad de la noche, el insomnio, levantarme a media noche y darle vueltas a un folio donde he garabateado palabras por la mañana ininteligibles, íntimas, ferozmente íntimas, con las que luego amueblaré toda la novela, como una vez escuché decir a Almodóvar que hacía en los rodajes. Estoy insoportable, reaccionario, como un violento hacker sin afeitar, vacío, emocionado, lleno, que escribe con la mesa llena de post-it y folios y mapas y libros y flaquean las fuerzas porque escribo como si estuviera resolviendo un puzzle...
...Ayer Javier me mandó un artículo de Vicente Luis Mora (que hizo un interesante y desalentador trabajo de demolición de "Últimas 2 horas y 58 minutos") titulado "El porvenir es parte del presente: la nueva narrativa española como especies de espacios". Cita mi novela varias veces, y eso, después del rapapolvo de su crítica, no viene mal (bueno, quería decirlo, porque me hacía ilusión ser parte de la "nueva narrativa española")...
...Mi amiga Irene (la berenjena que se está convirtiendo en Maruja Torres y que se hizo amiga de María Kodama por culpa de sus alergias) me ha mandado una foto donde aparece junto a Lou Reed... A eso lo llamo yo ir de mito en mito...
...Espero el estreno de "Los abrazos rotos" de Almodóvar, porque no olvido el regocijo de "Volver", espero el Sur, el descanso, una vez el manuscrito se encuentre en Lengua de Trapo, tan a la intemperie y tembloroso como ahora, que está en el disco duro, en el servidor del email, en un disco duro externo, en mi maldita cabeza a punto de estallar como una olla exprés...
...Sigo con mi cabaret...
Miguel Ángel Maya.
Madrid, 17 marzo 2009.

domingo, 15 de marzo de 2009

Catendé

...Maria Creuza canta "Catendé", la acompañan Vinicius de Moraes y Toquinho, y las ventanas están abiertas y llega el sonido bullicioso de la calle, un perro, el olor de alguna cocina, gente que camina...
...Hay un sol espléndido y dan ganas de salir al Retiro a hacer la fotosíntesis, a tumbarse en la hierba, a fumarse la hierba, a beber cervecita fresquita recostado entre sus piernas, a leer mientras el sol te dora la cara, y, a pesar de vivir en una de tantas ciudades de la furia, hoy tengo ganas de gritarle los buenos días al mundo...

Miguel Ángel Maya.
Madrid, 15 marzo 2009.

jueves, 12 de marzo de 2009

Llamada de invierno frío



"And wait in the arms
of the cold cold ground"

Tom Waits

Pueden pasar dos cosas, que uno vea Madrid desde el cielo o que vea el cielo desde Madrid. Ahora te imagino mirando a través de la ventanilla el titilar de luces y edificios mientras el avión despega y se rompe todo.
Hoy, durante todo el día, no hice otra cosa que fumar, vagabundear por las calles de Malasaña y mirar al cielo. Cuando nos conocimos te dije que si esos inviernos madrileños fríos y con cielo azul se nos meten bajo la piel y nos infectan como una enfermedad extraña nos será muy difícil liberarnos de ella, de Madrid.
Te lo dije y tú apuraste la copa mirando hacia nuestro reflejo en el cristal de enfrente del bar de la estación de Atocha, y la dejaste caer sobre la barra con un golpe seco, y reíste como si te hubiera contado un chiste. Ahora miras Madrid desde lo alto, y ves una maqueta que tal vez te estremece. Sé que no vas a volver.
Me acuerdo. Tú estabas en el epílogo de la noche: sola en el bar de la sala de espera de la estación de Atocha, arrastrando la noche con el último gin-tonic sin ganas y el último cigarrillo prestado. El suelo estaba lleno de colillas. Tres de ellas, que formaban un triángulo a la derecha de tu zapato con el tacón gastado, tenían la boquilla manchada exactamente del mismo carmín de tus labios. Para mí era el inicio del día, y me estaba tomando un café cortado cuando te acercaste y me desarmaste con esos ojos verdes pidiéndome fuego. Si hubiera estado en una película de cine negro habría tenido fuego para darte. Pero no, no tenía.
A las 6:30 de la mañana la estación de Atocha es un ambiguo refugio tanto de los que vienen de la noche como de los que van con sus ojeras al encuentro renqueante con el día: cafés con leche, coñac, porras, cruasanes, o, como en tu caso, el último gin-tonic. Bueno. Voy.
Supongo que te extrañará encontrarte este mensaje apenas enciendas el móvil cuando bajes del avión, pero tengo que decirte algo: te he engañado. Cuando nos conocimos en Atocha yo ya venía siguiéndote los pasos desde hace meses: sé que vivías en la Calle del Pez, la hora a la que salías, que entrabas en El Palentino, que hacías una llamada desde el teléfono del bar, que te tomabas un café y luego te ibas hasta el número veintisiete de San Vicente Ferrer; sé también con quién te encontrabas y para qué. Estoy enamorado de ti, pero soy detective.
Siento no habértelo dicho antes.
También quería decirte que en el bolsillo interior de tu chaqueta he dejado algo. Espero que cuando lo descubras lo entiendas todo. No te preocupes por lo demás: no le diré a nadie nada de lo que sé.
Ahora voy a colgar.
Te quiero.

Miguel Ángel Maya.
Madrid, 12 marzo 2009.

P.D. Si viajáis con Vueling el mes que viene podréis leer esta historia en la revista "Ling". La fotografía en la que está inspirado el relato es del fotógrafo Alejandro Marote.

martes, 10 de marzo de 2009

No comment

...Vaya con el L'iberpool, ¿no?
...Ay, que había dicho que no comment...

Miguel Ángel Maya.
Madrid, 10 marzo 2009

lunes, 9 de marzo de 2009

Todos narcos

...Todos narcos...
...Vuelvo a llamar al Ayuntamiento de Mieres para saber cuándo me ingresarán el dinero del premio: durante toda la semana empiezo así los días: le escribo a la de cultura, Mercedes, ella me dice que todo está ya tramitado desde hace cuatro semanas. Tengo que contactar con tesorería, y en tesorería, Aníbal, me dice que con mi D.N.I. no hay ningún pago pendiente. Vuelta a empezar. Son las 10:17, acaban de decirme en tesorería que el viernes le llegaron los papeles. Alguien miente. Los que mienten le echan la culpa a la "lentitud de la burocracia de este país", como si decirle a un tipo al que le deben dinero que está todo solucionado desde hace semanas y después decirte que todo empezó el viernes no formara parte de esa lentitud. Siempre es la misma historia con los premios que dan las consejerías de cultura de los lugares remotos, concursos creados para justificar dinero, subvenciones, márketing, como las empresas miserables que llenan todo de mierda y esquilman la selva o hacen que un niño de cinco años fabrique zapatillas y luego invierten en imagen para hacer ver que son respetuosos con el medio ambiente o los derechos humanos...
...Todos narcos...
...Ayer estallé, el Cabaret no dio más de sí y estallé, y para relajarme decidí olvidarme de París el día del primer bombardeo nazi, y resulta que leo esta entrevista, por llamar de alguna manera a esta chupada de polla, a estas pseudopreguntas de una supuesta periodista que no es una becaria tonta, sino la corresponsal de El Mundo en Italia. Sería disparatada, digna del mejor Peter Sellers, si no fuera por lo bochornoso, lo patético, lo miserable de la situación: una periodista que se encuentra ante un trilero hijo de puta y no es capaz de replicarle a sus mentiras: es alucinante que, cuando le dice que apenas se han expulsado a cuarenta rumanos, la periodista de por buena su respuesta y no le pregunte por "Partenopolis", o que no le pregunte por su abogado condenado porque él le dio dinero para que no testificara contra él en uno de sus múltiples juicios...
...Todos narcos, maldita sea, todos narcos...
...Encuentro un par de videos donde Juan Manuel Cao le hace unas preguntas a Fidel Castro: vemos cómo se las gasta el Gran Orador, su argumento barato y deleznable y lo más delirante y triste: los aplausos de los fieles (vemos cómo se las gastan también ellos, el intento por bajarle el micrófono de una rémora con gafas, el señor que se levanta para recriminarle no sé qué a un periodista que cumple con su deber), cuando el Gran Orador dice que él no está ahí porque quiera sino porque es un patriota, o cuando saca el tema del dinero que él no tiene escondido en ninguna parte, como si alguien le hubiera preguntado por su dinero y no por los intolerables cuarenta y dos años de poder, o cuando nombra a Posada Carriles y grita que la CIA no ha podido matarlo, nervioso, viejo, triste, cansado, miserable, tembloroso, con la barba ya cada vez más enjuta, con esa oratoria de niño de colegio, de "te ajunto no te ajunto", tan pobre, tan poco lúcida, tan manida, tan escuálida, tan gran estafa como peligrosa: la respuesta de alguien autoritario a quien nunca le dijeron que no, que tiene una corte de aduladores, guardaespaldas y malhechores que lo defienden y le ríen las gracias, y cuyos argumentos cuando alguien le hace una pregunta incómoda (que es la que todo el mundo se hace en Cuba: ¿Por qué no te vas? ¿No te parecen bastante más de cuatro décadas?) son "quién te paga", "Posada Carriles", "la Cia no pudo matarme", "soy un patriota" y los aplausos de esos que se salvarán cuando la historia del país de un vuelco, porque son los mismos de siempre, los que nunca se mojan cuando llueve, los que siempre están donde tienen que estar, dando palmaditas en la espalda o palmitas de aprobación cuando el viejo malhechor dice una de las suyas, los que tienen suerte porque nunca se pringaron...
..Todos narcos...
...Todos narcos... Todos narcos...
...Enrique, un tipo que hacía bicicletas con alambre a quien conocí en Nápoles me dio un cassette donde había canciones de Goyeheche y la Bersuit: ésta canción es muy heavy, y hoy quisiera gritarla a los cuatro vientos en este mundo de mierda, cambalache, problemático y febril. Al menos uno se apacigua ante la horda de narcos cuando la oye, que no es poco, o le vienen ganas de guerra, de pelea, y el cuerpo le pide comisaría...

Miguel Ángel Maya.
Madrid, 9 marzo 2009.

sábado, 7 de marzo de 2009

Los juegos de la espera


Te cuelo la leche caliente y tú, mientras,
me calas los huesos,
me encuentras con naipes marcados,
con cuentos, cosquillas y cosas;
me cantas tarantos, me tientas, me tiemblas,
me esperas un tren de verano,
con tinto, sorpresa, sandalias,
calor, cervecita, ricitos del pelo,
que buscan mis dedos que esconden secretos,
que tiran los dados tan lejos del juego,
perdiendo los tiempos, la lluvia, la espera de trenes
que tienen tus ojos mirando mirarte tu cuerpo y
Te juegas los labios
enjuagando tus jugos, jugando a esconderlos
con tu dominó, domisil, dominar, dominado
dormido en tu duda caliente y febril y
aburrida bostezas tu labio que abre la vida y que besa la piel,
que me pela las pipas, que se come con piel la manzana prohibida,
prohibiendo que pese tus besos,
guardándote un as en la manga
y hablando entre brumas de sueño y cigarro
diciendo muy seria que no, que no quiero esperarte
ni espero quererte ni quiero
tu leche caliente colada y tus juegos,
ni que me cales los huesos
ni que me encuentres marcando los naipes
mientras te espero.

...Yo, que ni soy poeta ni me subo la bragueta, le escribí esto a Edna...
...Nunca más volví a tenérmelas que ver con los versos ni con sus aledaños ni con sus sueños ni con sus peldaños. Seguí jugando a esperar, y poco más o menos esa fue la historia de mi vida...

Miguel Ángel Maya
Madrid, 7 marzo 2009

jueves, 5 de marzo de 2009

Nos ocupamos del mar

...En estos días, como casi siempre que estoy triste o cansado, estoy también Krahe y estoy porteño...
...A finales de mes entregaré "Cabaret en las tripas del difunto" a la editorial, y paso los días volviendo sobre mis pasos, corrigiendo, recreando, volviendo a empezar... Soy un cúmulo de inseguridades y de fragilidades, a veces me dan ganas de llorar, porque no sé por dónde seguir cuando no puedo seguir, cuando no tengo fuerzas ni argumentos, cuando no puedo más con la batalla que me traigo entre manos: la novela, con sus exigencias caprichosas, sus saltos mortales, su paso agigantado y mi lengua fuera, mi desfallecimiento y mi renuncia a lo que quisiera con ella y todo lo que ella no se deja, maldita sea, maldita hija de puta novela, malditas lágrimas voy a poder contigo, enternécete, déjame que te meta mano de una vez, déjate violar, maldita sea, de mí naciste, le digo, y ella sigue a lo suyo, recordándome lo imposible, lo que puedo y no puedo, las miserias, lo que no da más de sí, lo de no hay más cera que la que arde, lo de no puedo más, y las ganas de darle un puñetazo a la mesa y el cabreo por no ser capaz de seguir, de ganarle el pulso y seguir su paso...

...Y miro la lluvia por la ventana, y me tomo un café, otro café, y vuelvo de nuevo a la mesa, el piano frente a mí, la estantería con los libros: ahora miro uno de los estantes y leo los títulos de los tomos: Taschen "Bogart", Danniel Pennac "Au bonnheur des ogres", Roberto Arlt "Los siete locos", Hernán Cortés "Cartas de Relación", Antonio di Benedetto "El silenciero" (regalo de Gabriela), José Donoso "El obsceno pájaro de la noche" (recomendación de David), César Aira "Canto Castrato", Roberto Bolaño "2666", un señalalibros que es la foto de Anita Ekberg bañándose en la Fontana di Trevi, Antoine de Saint Exúpery "Terre des hommes", Enric González "Historias de Londres" (mi próximo libro), Manuel Puig "El beso de la mujer araña", Italo Calvino "Se una notte d'inverno un viaggiatore", una Lonely Planet de Nueva York y otra de Las Vegas (¿qué hago yo con una Lonely Planet de Las Vegas?) y miro la mesa, la pantalla, el documento word de "Cabaret en las tripas del difunto" anclado, maldita sea, en un atolladero con letras rojas y un corchete que avisa que "hay que escribir mejor lo que quiero decir", como si fuera fácil escribir mejor lo que uno quiere decir. Y me dan ganas de bajar los brazos, sventolare la bandiera bianca, ocuparme del mar, sólo (de solamente) y solo (de soledad, de náufrago, de novelista al que le vienen grande los zapatos)...

...Aquí dejo una de las joyas de Krahe: llamadme "mentecalenturienta", pero a mí me parece que esta canción describe un polvo con una delicadeza conmovedora (por cierto, curiosamente, cuando termina el video, youtube da a elegir entre otros dos videos: uno lleva por título "Abajo el alzheimer" y tiene el careto de Krahe, el de abajo se titula "Pilar Rubio empitonada", y aparece Pilar Rubio con camiseta de tirantas. Difícil elección la que nos propone el azar a través de youtube, ¿no?)
...Y aquí os dejo a un grande (argento, gracias a Pato) de ese humor absurdo que tanto me apasiona (ya os dije que estaba porteño, y Borges creo que dijo que ser porteño es "estar lejos y estar triste", casi tan lejos y tan triste como estoy yo de esta maldita novela que se empeña en guiñarme el ojo mientras me dice: no vas a poder conmigo, muñeco)... Con cosas como éstas, desaparece un poco la bruma y la melancolía...

...Sigo con mi "Cabaret en las tripas del difunto", solo, de soledad, de cuarto con música, de café que se está haciendo en la cocina, de pantuflas rojas, de ganas de llorar, de levantarme para encender la luz, el viento golpeando las persianas del balcón que queda justo detrás de mi espalda, echarme el café en la taza y volver al cabaret: París, la noche del bombardeo nazi de París, la misteriosa Greta Wenderglazst, ¿quién me mandaba a mí a meterme en esta camisa de once varas a la que ahora me he hecho adicto?...

Miguel Ángel Maya
Madrid, 5 marzo 2009

miércoles, 4 de marzo de 2009

Una décima de segundo



París, julio 2007

...No me explico por qué, de entre todas las décimas de segundo que se suceden encendidas, sin tregua ni descanso, asediándonos, uno elige disparar justo en ese instante, cuando pasa por nuestro lado esa décima de segundo que queda congelada, inmortalizada, detenida, en la fotografía. ¿Por qué apropiarnos de pronto y para siempre de esa décima de segundo y no de otra?...
...Respecto a las fotos que ilustraban esta entrada hasta hace diez minutos (¿no las viste antes de que las quitara?), tal vez todo se reduzca a ese viaje inútil, ese viaje hacia la nada que consiste en la certeza de encontrar en tu mirada la belleza. Belleza entre las décimas de segundo que se van marchitando al ritmo del reloj y hundiéndose en el esfalto de los días. Belleza desordenada, brutal, incierta, milagrosa, fugaz, y esa estupidez tan nuestra de querer atraparla mientras Heráclito se descojona de nuestras adicciones: domesticar los tiempos y los espacios, como si fuéramos animales sedentarios...
...Respecto a las fotos que ilustran ahora esta entrada, sirve lo de la décima de segundo, lo del tiempo y lo de Heráclito descojonándose, y mejor olvidar lo de la belleza...
...Un abrazo a todos...

...Ahora, mientras retoco esta entrada, suena Krahe y dice esto:

La suave luz que anima mi ventana
temprano me avisó que ya era el día:
nuevo plazo de vida que venía,
mañana ha sido hoy por la mañana.

Al filo del reposo, por lo sano
se ha cortado la línea divisoria
que separa mi propia trayectoria
de mi vida común de ciudadano.

El porvenir, posible e indeciso,
al ayer tan seguro, le consulta,
el hoy por hoy me entrega y resulta
un hoy por hoy de límite impreciso.

Mañana ha sido hoy tan de repente...
hoy tengo que volver a hacerme cargo
de cuanto es dulce, de cuanto es amargo,
de cuanto casi es indiferente.

Como el tiempo ni siente ni padece
lo mismo si hace alegre o si hace triste
hoy estoy para todo lo que existe,
lo que ya va a morir y lo que crece.

En este instante me siento quien soy,
adelante y atrás todo es mi vida,
mi vida a la redonda y esparcida,
mezclada con el mundo, ayer y hoy.

Porque ayer me ha pasado su recibo:
otro día al alcance de la mano,
otro día de asombro cotidiano.
Porque, en fin, me parece que estoy vivo.


Miguel Ángel Maya.
Madrid, 4 marzo 2009.

lunes, 2 de marzo de 2009

Claudia y otras historias

...A la memoria del cómico Rubianes
(visto lo visto, la risa se ha convertido en clavo ardiendo)...

...Tampoco es fácil saberlo, le dije mientras hacía girar la ruleta (ya sabes, una bala, una apuesta, cinco huecos vacíos, sin bala, un azar macabro): mi amor es el original, el tuyo es una copia, dijo con su voz sepultada por las noches de ginebra y Ducados. Puede ser, dije, pensé o quise, y bajé la vista. Apuró el Ducados, el gin-tonic y el espacio que nos separaba: Las ratas y las erratas merodeaban por la imprenta. Rastrea los hechos que provocaron cada poema mío mordisqueado, dijo. El tiempo entre los dos se hizo ceniza. Sonó un blues de Muddy Waters, concretamente el que suena ahora, y me puse por última vez la pistola en la sien...

...Me contaron
que estabas enamorada de otro
y entonces me fui a mi cuarto
y escribí este artículo contra
el Gobierno
por el que estoy preso...

...Por amor he hecho lo que suele hacer cualquiera que viva de este lado del cine: tomarme un vino tinto regularcito en vez de un gin-tonic con Bombay Sapphire. Eso de dejar que se vaya con un imbécil en un avión hacia Lisboa y quedarse en Casablanca viendo cómo despega en medio de la niebla es cosa de héroes...

Miguel Ángel Maya.
Madrid, 2 marzo 2009.