martes, 30 de julio de 2013

ÚLTIMO SUSPIRO


...Y bastarían no más que dos páginas de horizonte sin barcos de mar infinito para darnos la mano con la que vamos a dispararnos...
...El alcohol se va drenando, arde, se quema en una llama azul, y el druida insiste en retarnos a duelo, en quitarnos el maquillaje, los mecanismos, la saliva y hasta tu ropa interior que tanto me inquieta y me inspira...
...Y te encuentro en este último suspiro, esta constelación inacabada de signos, estas laboriosas hormigas perdidas en tu mano...

Miguel Ángel Maya
30 de julio de 2013

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sábado, 27 de julio de 2013

CÓMO HAREMOS PARA DESAPARECER


...Cómo haremos para desaparecer...
...Te invito al último bocado, al último sortilegio, al primer abandono, al frío...
...La brisa del mar se convierte en el mejor de los bailes. Nos tenemos el uno al otro en este terremoto, en esta topografía de palabras originarias, antiguas, de gruñidos, de espasmos, de constelaciones que adquieren la forma de mi mordisco en tu nuca, tu pirotecnia y mis asombros...
...Mientras tanto, el único lugar que nos queda es ese que nos falta, ese que nos quema, ese que a duras penas nos enloquece y nos domestica, ese que nos desaparece porque nos pierde...

Miguel Ángel Maya
27 de julio de 2013

P.D. La foto está tomada de aquí.

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sábado, 20 de julio de 2013

SUEÑOS ETERNOS


...Los sueños tienen su arena y su terror...
...La brisa del mar hace su aparición estelar en mitad de la noche, el cine, el entrelazar de piernas, el vino, la botella vacía, este nuevo idioma...
...Los barcos hacen equilibrio sobre la cuerda floja del horizonte. Sueño con la voz de Manuel Puig y sueño con El sueño eterno. Llevo las teclas a cuestas, el sol, el salitre, la música, el suicidio...
...Movemos las mandíbulas y las articulaciones. Nada hay más allá del fondo del mar, nada más allá de la simpleza de los labios cada vez más cerca. No necesito más. Apenas necesito menos, aliteración, ruido, alcohol, música, cielo, infierno, boca, palabra, noche...

Miguel Ángel Maya
20 julio de 2013

La foto está tomada de aquí.

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miércoles, 17 de julio de 2013

MONTANO & BENJAMIN


- Estoy pensando -me ha dicho en un tono sensato y muy reflexivo- que Walter Benjamin especuló en torno a las posibles relaciones existentes entre el arte de contar historias y la curación de enfermedades.
He tenido que confesarle la verdad, es decir, que no tenía ni idea de esa curiosa relación entre narrar y curarse. Entonces Montano me ha explicado, con voz sulce y amistosa, que la conexión entre contar historias y sanar enermedades se la había sugerido a Walter Benjamin un amigo alemán cuando le habló acerca de los poderes curativos de las manos de su mujer diciéndole que los movimientos de éstas eran muy expresivos, pero que resultaba imposible describir esa expresión, pues era como si esas manos estuvieran contando un cuento. 
-Fue de ese modo -ha dicho mi hijo-, de este modo tan particular, como a Walter Benjamin le vino a la memoria una escena íntima: la del niño al que, cuando se pone enfermo, la madre le ordena acostarse, para luego ella sentarse a su lado y empezar a contarle historias. Y al vernirle a la cabeza ese recuerdo se preguntó Walter Benjamin si realmente no será la narración la atmósfera propicia y la condición más favorable para muchas curaciones.

Enrique Vila-Matas, El mal de Montano

Miguel Ángel Maya
17 de julio de 2013

La foto es de Sibylle Bergemann y está tomada de aquí.

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miércoles, 10 de julio de 2013

BUTES


...La locura también tiene su sobredosis, su transporte, sus cuidados...
...He decidido hacer de mi coche mi hogar, he decidido arrepentirme, he decidido que la medicina y la literatura son el mismo nido de ratas, el mismo hogar inhóspito, he decidido consumir kilómetros mientras escribo y me entrego a lo grotesco y al erotismo y mientras dilapido todos mis sueños...


...Tiempo atrás, P. me preguntaba por qué había tardado tanto en publicar otro libro...
...Le contesté que no había escrito nada que viera medianamente claro, que nada me satisfacía, que no veía las cosas claras vitalmente, que me habían pasado cosas en la vida, que no todas las palabras que se me ocurrían tenían la legitimidad de pasar esa enorme criba que me impongo, esa enorme montaña que es necesario subir para tener perspectiva...


...Yo habría querido ser más ágil, tener más facilidad de palabra, jugarme más la vida literariamente, pero es mejor ser honesto y rumiar, rumiar las historias, rumiar la autobiografía, estar atento a posibles imposturas, a posibles trampas...
...A P. le hablaba un día del pavor que me da hacer trampas...


...Ahora estoy en pleno viaje...
...De todo, de absolutamente todo, lo único que me importa es estar en paz con el mar...
...Estar en paz con la literatura o con la música lo veo como un desacato o un capricho estúpido, que poco entiende de células o de cartas marcadas...
...Todas las historias me dan absolutamente igual menos mi historia con el mar o mi amor imposible con Marilyn...
...Me traigo una historia entre manos que apenas ha entrevisto el terror de las metáforas médicas o la historia de la locura, y la escribiré a orillas del mar y las olas se llevarán todos los ecos...


...Me hastía ver a los seres humanos tomando posiciones, enseñando músculo, llorando el pasado...
...Me recuerda a mi sobrina de año y medio dejando las palabras a medio terminar, y sorprendida cuando ve la última escena de la película King Kong...
...Le fascinan los monos, o al menos su sorpresa de recién llegada al mundo me indica que le fascinan los monos...


...Y vuelvo a la pregunta de P., a publicar, a hacer público aquello que se nos ocurre, que pasa de los impulsos eléctricos del cerebro según la autobiografía y uno, moviendo los dedos, lo pasa a documento word y considera que esta vez ese esfuerzo vale la pena, y se dedica a llamar la atención, a moverse, a enviarlo a unos o a otros monos...
...¿Por qué? Porque pensamos que lo demás deberían leer eso que se nos ha ocurrido...
...Pero a nadie, absolutamente a nadie le interesa lo que se nos ha ocurrido...
...Nadie nos echa de menos, ni en falta, porque dejemos de decir palabras o dejemos de escribir libros, o dejemos de seguir rastros para convertir esos rastros en historias o en libros...


...Nadie nos va a salvar del naufragio porque los discursos literarios son insignificantes salvo por razones que se nos escapan, salvo por razones de sonido amplificado: es el micrófono del canto de la sirena lo que nos vuelve locos y hace que queramos lanzarnos al mar, como el argonauta Butes, el único que se juega la existencia por el canto en sí, no por el micrófono, las ataduras al mástil o la cera en los oídos...
...En lo que a mí respecta, necesito ajustar cuentas con el mar, sin literatura, sin palabras, sin verbo...
...Necesito gruñir y respirar, beber vino, saciarme, olvidarme de asomarme y ver cómo todos esos seres pequeñitos toman posiciones como pavos reales...
...Sólo, como mucho, jugarme la vida por el canto de una sirena...



Miguel Ángel Maya
10 de julio de 1013

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lunes, 1 de julio de 2013

35


...Termino con todos los epílogos como anestesiados...
...El último día de mis últimos 34 años recuerdo dónde me perdí; en cuál de mis mejores células me hice el harakiri; en cuál de los papeles que interpreté de kamikaze naufragué, en qué remake de mi vida me espera lo que no elegí, las cosas por las que lloro, por las que habría llorado; cuál de las elegancias o de las miserias terminará por matarme de frío; en cuál de las mentiras que elegí narrarme estará mi casa; cuál de entre todas mis palabras fue la que más se infectó, la que más derrotado me dejó, la que más inhóspita quedó a la intemperie; en qué océano perdido fui feliz como un perro; en cuál de mis vidas podré por fin encontrar ese acorde por el que, aun desafinado, daría la vida... 

Miguel Ángel Maya
1 de julio de 2013

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