…Sabemos que decir “estuve escribiendo toda la noche” es demasiado barato…
…Es porno mecánico, es forma vacía, es una medida muda, una sugerencia temporal absurda e inexpresiva como una cara de póker saturada de bótox, una radiografía insulsa de una acción que en sí misma no quiere decir nada…
…Así de baratos son mis verbos…
…Así de evidentes son las pruebas de mis crímenes: no es necesario cambiar la almohada de sitio, limpiar la sangre de los cuchillos, encontrar otros olores extraños en nuestros cuellos o en las yemas de nuestros dedos. Bastan palabras inventadas e íntimas y públicas y pasadas y escritas que tuvieran un mínimo reflejo en un par de sueños recurrentes que yo callaba…
…Digamos que no te escribo a ti, que no recuerdo tu voz, que vivo en la amnesia más despiadada y cruda, que dormí demasiado, que inverné como un oso, y desperté sin saber quiénes éramos…
…Pongamos que no hay músicas que describan esto, ni papeles perdidos, y que no he sido testigo de cómo el día le iba ganando el paso a la noche por la ventana: pongamos que hemos inventado la pólvora, que hemos descubierto el fuego, que nos hemos exhibido impúdicos como siniestros pavos reales, como monos desquiciados, como perseguidores de Cortázar, sin un triste saxofón que llevarnos a la boca, entrando y saliendo de castillos en el aire sin princesas ni bufones ni jorobados que nos abrieran y cerraran el puente levadizo, que hemos sido reptiles cariñosos, animales de compañía que querían ser salvajes y que seguían soñándose y olisqueándose, en noches en vela, vino, pieles, con menos bailes de los esperados, sin flores…
…Pongamos que todavía resisten un poco más las cuatro paredes, que mis sienes pospondrán el estallido, que en el duermevela todavía se me confunden tus células con mi mierda, que apostamos a caballo ganador, que no hace frío, que no hay tormenta…
…Borremos las coartadas, las palabrasarmas de doble filo, dilapidemos el morbo con que nos rociamos sin rozarnos, la aventura, el suicidio, las llamas azules de los mecheros, los gin-tonics en los que me bebes, las bragas que mojas por mi culpa, los nudos en la garganta que brotan cuando doy un paso más que enreda un poco más mi cuello en esta seda. Borremos el dolor que va dejando este huracán a su paso, quedémonos con este par de palabras apuntaladas, con este incierto amasijo de nervios, con esta música renqueante que se niega a darse por vencida…
…Leave me, or love me, or live me…
...Incluso en el infierno las posibilidades son infinitas (todavía)…
Miguel Ángel Maya
Sevilla, 8 mayo 2011
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