El mundo
Todos los movimientos y verbos y
músicas pasaban, por aquel entonces, por el pequeño microcosmos que se celaba
tras aquella puerta sin número de Van Brunt Street, en la zona portuaria de
Brooklyn. Habían estallado guerras que desembocaban en palabras y desmentidos, se
habían sembrado pistas falsas y se habían cometido célebres crímenes y las más
terribles traiciones por encontrar la llave que abría aquella puerta. Yo tengo
una y sé lo que acontece tras esa puerta: el mundo.
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