viernes, 2 de enero de 2009

Fabulosos y Espeluznantes

...Los teclados de ordenador en Italia tienen los acentos hacia el otro lado, y no tienen letra "enie". Lo que solìa hacer cuando vivìa en Italia era entrar en la pàgina del instituto Cervantes, copiar la letra "ñ" y luego pegarla cuando me hacìa falta. Los acentos, en cambio, los dejaba tal cual. Ahora estoy en Italia, y hago con el teclado lo que solìa hacer por aquel entonces...

...Cada fin de anio me pasa lo mismo: me pongo nervioso como un perro que mueve la cola, como un ninio que espera un regalo, ante la cuenta atràs, ante los ùltimos segundos del paso del tiempo de un anio...
...Sin duda, el anio que se consumiò en los ùltimos segundos, que quedò sepultado para siempre en una voràgine sentimental, estuvo marcado, en mi propia vida, por la publicaciòn de "Ultimas 2 horas y 58 minutos", en Lengua de Trapo, premio Cajamadrid de narrativa y una felicidad simple, linda, despuès de anios sentado, escribiendo, con la cabeza, los cuadernos y el disco duro lleno de personajes. Sòlo quien lo ha vivido sabe lo difìcil que es que sucedan estas cosas, la de conjunciones que tienen que darse para que un dìa, alguien, marque el nùmero de telèfono que lleva hasta ti, y te comunique, personalmente, que uno ha ganado el premio cajamadrid, y le den 15000 euros, a uno, que es teleoperador en una empresa de ordenadores y tiene que ver con clientes italianos que se enfadan... Yo sè lo que digo...

...El 2008 fue tambièn el anio que volvì a Londres despuès de diez anios, y el anio que conocì el desierto blanco, entre El Cairo y Libia, y el anio que soniè una marea de silencios monstruosos, y de viajes, y de recuerdos... Fue tambièn el anio que regresè a Nàpoles, y regresè para saborear de nuevo lo que no fui capaz de ver, sentir, llorar cuando vivìa en Nàpoles, durante los cinco anios que Nàpoles me retuvo y me doliò y aborrecì...
...En 2008 estuve a punto de romper la baraja, pero no lo hice; estuve a punto de romperlo todo, de romperme, pero no sucediò, y no fui capaz de provocar que sucediera. No sè còmo fue, como en el bolero, y decidì quedarme a vivir en los boleros, como hacìa cuando era un cobarde...

...Pero lo que sì sucede, desde 1989, cuando yo tenìa once anios, y estudiaba en el Matadero, en el Conservatorio de Sevilla, y un piano, mi piano, los pianos, eran para mì animales mitològicos, cada fin de anio, me acuerdo de "Los Fabulosos Baker Boys", me acuerdo del fin de anio de Jeff Bridges y Michelle Pfeiffer. Ese beso desolado en la terraza del hotel, esa tristeza pàlida, ese amor de segunda mano, y grande y espeluznante, ese masaje de èl a ella que parecìa un clavo ardiendo al que agarrarse, en medio de la nada, y la noche en que se rompe todo èl tocando el piano en un club de jazz...

...Yo tenìa catorce anios cuando compuse la que considero que tal vez sea mi mejor pieza musical, la titulè "Black coffee and diamond dress", en inglès: es una especie de blues, un jazz muy soft, cuando yo todavìa no tenìa ni idea de lo que era el jazz, ni de lo que era ser hard... La compuse despuès de haber visto la noche antes, por segunda vez, "Los fabulosos Baker Boys". Me saliò asì, de golpe, y me estremeciò que fuera asì... La desolaciòn de esa pelìcula me acompaniò siempre, porque yo lo quise, porque despuès de haberla visto uno se queda con ese sabor amargo de las derrotas, y porque desea que despuès de la ùltima escena Jeff Bridges y Michelle Pfeiffer se reconcilien, o, al menos, desea con todas sus fuerzas que vuelvan a ser amigos, o al menos que no se olviden, que no se hagan danio, que se quieran...

...Cada fin de anio me pregunto, siempre, desde 1989, cuando empieza la cuenta atràs y estoy ahì, solo o rodeado de gente, què estaràn haciendo mis fabulosos y espeluznantes Baker Boys; me pregunto si Jeff Bridges y Michelle Pfeiffer estaràn abrazados o si estaràn en un callejòn sin salida...

...Cada anio me doy cuenta que es un modo de preguntarme a mì mismo si todo mereciò la pena...

...Feliz anio nuevo...

Miguel Angel Maya.
Foggia, 2 enero 2009.

1 comentario:

martin elfman dijo...

Me gusta flaquito. Pienso que le falta música. Es decir: falta que suene. Sé que hay modos de colgar un reproductor con una canción que suena en cada entrada cuando uno le da al play. No se cómo se hace. Averigüalo vos negro. Pero mientras se te lee entran ganas de que oir eso que dices que suena...
En fin hermano, te deseo de todo corazón que en este 2009 me veas más a menudo.
Un abrazo.