El Muro (iii)
Bebió, danzó, durmió. Despertó
al amanecer. Se desperezó y decidió que aquel sería su día D. Cuando despertó, se
asomó al otro lado del muro. El dinosaurio todavía estaba allí. Dale, dijo,
temblando hasta que le dio por decidirse.
BLOG DE MIGUEL ÁNGEL MAYA
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