martes, 17 de mayo de 2011


...Decido adivinar lo que me dicen las sombras chinescas...
...No es mal plan, por ahora. Me digo antes de ponerme el sombrero, atusarme el bigote, carraspear la canalla de mi garganta...
...Todavía tengo el sabor de ese pedazo de tierra que he masticado hasta darme por vencido, ese lugar común en el que se reproducen unas balas de salitre que luego usaré como especia en unas recetas que me invento como si estuviera loco y cantara eso de cuatro esquinitas tiene mi cama...
...La oscuridad del cine, la lágrima viva, la fragilidad, el precario calorcito de los fotogramas, una política de míminos, un raro y marcial bombeo coronario de nutrientes a los lugares más insospechados de mi cuerpo...
...Adivinar lo que callan las sombras chinescas también tiene su aquel...

Miguel Ángel Maya
Sevilla, 17 mayo, 2011

P.D. En la foto la sombra chinesca del cuerpo de Marilyn, fotografiada por Andre de Dienes en 1949, y tomada de aquí

2 comentarios:

tormenta dijo...

Últimamente me acuerdo de ti cuando escribo. Pero normal... viendo los enjambres de palabras que dejas anudados...

Miguel Ángel Maya dijo...

...Ay, Tormenta, yo lo que quisiera es desanudar estos enjambres...
...De todas formas, me encanta que te acuerdes de mí cuando escribes...
;-)