martes, 16 de agosto de 2011




...Pongamos que una notte d'estate un viaggiatore, que un libro de Marguerite Duras, siempre Marguerite Duras se una notte d'estate un viaggiatore, siempre Madame Duras en verano, sólo que esta vez Marguerite Duras me aburría, me aburría la somnolencia de M. Andesmas, me aburrían sus palabras y su espera, y miraba la noche a través de la ventana, miraba las telarañas, buscaba músicas...



...Suelo conducir de madrugada: y cuando uno conduce de madrugada, después de un café y de una ducha fresca, es carne de cañón para las imágenes en la retina: los reflejos de las luces, la música azarosa de la radio, la ciudad desperezándose, los semáforos alternando rojos y verdes en una composición apuntalada con bostezos y el juego de pedales y marcha, de freno, de vuelta a empezar...
...Hoy por el Alamillo, por ejemplo, vi desde un semáforo en rojo dos siluetas muy oscuras empujando un carrito de supermercado con un amasijo de chatarra retorcida y brillante: parecía un garabato gigante y plateado en medio de una ciudad que todavía apenas era...
...El verde, un claxon, primera, acelerador, segunda, acelerador, los dos garabatos metálicos se pierden ya en el retrovisor, confundiéndose con otras luces verdes y rojas: "vamos a llegar tarde", dice un personaje del libro de Marguerite Duras a una niña que acaba de perder una moneda en un acantilado...
...Vamos, digo, freno para permitirle la incorporación a una furgoneta, subo el volumen de la radio...


Miguel Ángel Maya
Sevilla, 16 agosto, 2011
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