martes, 27 de enero de 2009

Y tu mamá también

...Suena Little umbrellas, del disco Hot rats, de Frank Zappa...

...Me he dado cuenta de que me gustan los argumentos que tratan sobre una búsqueda. Me doy cuenta de que lo que se me ocurre para escribir suele ser la narración de esa búsqueda. Me gusta cuando en el libro o en una película, aparece alguien que está buscando algo, pero no sabemos de dónde viene, por qué se mueve así...

...Con pocos años me fascinó una película titulada Fandango. Es una película que se me quedó grabada durante mucho tiempo, que me encantó cuando la vi, y me siguió fascinando cuando la vi por segunda vez: es la historia de un grupo de chicos que deciden ir a buscar a un "amigo" que habían escondido tiempo atrás, desertando de la guerra de Vietmam. Al protagonista le pasa algo, siempre esconde algo, lleva siempre un dolor, y el dolor, cuando se desvela, también nos duele...
...Vi Y tu mamá también un viernes, en el Cervantes de Nápoles. Lara, por teléfono, me había dicho que tenía que verla. Por aquel entonces me estaba enamorando de La Enemiga (Clara, de Valladolid, de quien no he vuelto a saber nada más), y sabía que el hecho de haber decidido quedarme en Nápoles me había alejado para siempre de Andrea (el día 25 nació su hijo). Acababa de volver de Latinoamérica, que había recorrido con una mochila durante nueve meses gastándome el dinero del primer premio literario que gané... (por qué decidí irme a Latinoamérica el día que cumplí 22 años: siempre he hecho mía, con sorna, la frase del Krahe: cuando todo da lo mismo por qué no hacer alpinismo. Pero está claro que había algo más. Mucha gente me reprochaba que huía. Y sí, huía, pero a mucha honra... La huida, en algunas ocasiones, puede ser la salida más digna. Lo que pasa es que está infravalorada... Pero sí, yo huía. Estaba enamorado de una que no estaba enamorada de mí. Y huí y es de las cosas que más orgulloso me siento...)
...Estaba en el Cervantes de Nápoles, sin esperarme nada, y de pronto vi una de las mejores películas que se han hecho en los últimos tiempos... No hablo ya de los larguísimos planos secuencias, de la interpretación de los tres actores principales, no hablo ya de la historia, terrible, tierna, sensual, hablo de lo que palpita en toda ella, de lo que me tocó, de la vida que supura, de la verdad que hay en cada fotograma, de la belleza que contiene... Yo, unos meses antes, había estado recorriendo México por carretera, y la última tarde que los dos amigos se encuentran casualmente, el 2 de agosto, el día de la toma de posesión de Fox, fue el día que yo llegué a México...

...Son tonterías, lo sé, pero a la película en sí misma, a esa sucesión suave de puñaladas que es, a la crudeza cómica y sensual del viaje de los dos chicos inmaduros que se la quieren tirar y la chica que esconde una tragedia, al erotismo y a la belleza mezclada con la crueldad de las carreteras del país, se añadieron dos cosas que me dieron un vuelco en el corazón... Una es la canción de Marco Antonio Solís en una de las últimas escenas, la otra es que, en los títulos de crédito, que me quedé viendo en la oscuridad de la filmoteca del Cervantes porque no podía dejar de llorar, el bueno de Cuarón decide terminar de aniquilarme incluyendo, en los títulos de crédito, Watermelon in Easter Hay, de Frank Zappa...

...Esta tarde escuchaba Joe's Garage, y releía las últimas cosas que he escrito, y me acordé de Kevin Costner, solo, mirando las luces de la fiesta que se termina en Fandango, y de Maribel Verdú, dejándose llevar por aquel par de atorrantes a la Boca del Lobo, que no existía, pero que al final encontraron...

Miguel Ángel Maya.
Madrid, 27 enero 2009.

8 comentarios:

David J. Calzado dijo...

Coincido plenamente contigo. Y tú mamá también es una de las películas más extraordinarias que se han rodado en los últimos años. Por ser tres los protagonistas y tratarse también de sus relaciones me he acordado de Soñadores de Bertolucci. No sé si coincidimos pero para mi es otra reciente que me pareció magistral.

David J. Calzado dijo...

Casi se me olvidaba, me encantó de Cuarón su versión de Grandes Esperanzas. Retrata como nadie la pulsión sexual de alguien que bebe en una fuente. Hay que verla.

Anónimo dijo...

...Mmmh... No he visto lo de "Grandes Esperanzas", pero ya que hablas de "Soñadores", a mí me ha venido a la mente "Belleza Robada"... Delicada, rabiosamente sensual, preciosa, emocionante, simple, amarga, fuerte, deliciosa... no sé...

Anónimo dijo...

¿Qué drogas tomaste antes de ver "Y tu mamá también"? He vuelto a ver uno de esos fragmentos, y no: sigue siendo sonrojante. No sé quién es menos creíble si los dos chavales esos de 40 años, o ella, que habla como si fuera la defensora del lector del Cosmopolitan. Prefiero mil veces las excursiones de Verano Azul. Entre las road movies eróticas, quiero decir.

B.

P.D. Podrías incluir Últimas dos horas en tu perfil, digo yo pa mí.

Miguel Ángel Maya dijo...

...Ay ay ay... Braulio García Jaén...
...Sin drogas, entendiendo por drogas el "farmakon" griego sobre el que edificaron parte de su carrera filosófica el tándem Deleuze-Guattari, y sin sustancias, en definitiva, que alteraran mis estados de la percepción, que ya suelen estar alterados en sí mismos, me lo creí todo de "Y tu mamá también". Ella hace el papel de lectora de Cosmopolitan, otro hace el papel de pijo mexicano y el otro de pardillo, mi querido amigo. Lo que tú le reprochas a la película es lo que yo valoro de ella. Pero en fin, qué te voy a decir, también sin drogas me lo creo todo de ti, y me engatusas con tu zalamería, bribón... por eso no se puede decir que mi "credulidad" sea la mejor de las referencias métricas a la hora de valorar la calidad de una película. Sin drogas, Braulio García Jaén, veo que sólo coincidimos en "Lo González": la pasión por Enric González, la devoción por Mágico González o el aborrecimiento de Felipe González, por poner tres ejemplos gonzález. Tal vez un par de cosas más o tres a lo sumo. Ni literaria ni cinematográficamente buscamos lo mismo. Sólo cuando hablamos de palabras mayores, supongo, pues ni con "Casablanca" ni con "Llámame Brooklyn" tendríamos nada de lo que discutir (a ver cuándo te lo lees y dejas de zascandilear)... (De hecho, hemos empezado a sospechar, simultáneamente, tímidamente, eso de que Bolaño es un "bluff")... En fin, Braulio García Jaén... A ti te ponían las excursiones de Verano Azul, y a mí me ponía Ana, la de Barrio Sésamo... Como diría Faemino y Cansado (si estamo hablando de lo mimmoooooo)... En fin, sigo produciendo un poco...

Lara dijo...

Lo tuyo es verdadera productividad.
Yo vi esta película por el shock de Amores perros, porque seguía en la misma ruta. Intuí que iba a gustarte, pero a mí, con el paso del tiempo, no me parece tampoco que sea una de las películas mejores de los últimos años (ya van siendo años). Y Amores perros sí.
En aquella época todo era válido por ver a Gael.
Pero defines muy bien los personajes, son eso, y si son eso, son creíbles.
Yo tampoco leí Llámame Brooklyn, me sumo a la lista.
Un abrazo a todos!!!

Anónimo dijo...

Querido Miguel(ón):

Veo que intentas romper las más elementales normas de la cortesía: no desvelar la identidad de quien no la desvela, y confundes así el punto de vista con el punto de mira. Más que literario, es un recurso policial. Todos sabemos que la policía no es tonta: http://www.youtube.com/watch?v=58rpilzinoU

En fin. Si alguna relevancia tuviera para lo que comento, descuida que me identificaría.

Aún así, te pediría al menos que no confundas también lo escrito. Ni siquiera para atribuírselo a ese --entiendo-- amigo tuyo con nombre de abogado de novela radiada.

Yo había escrito que hace el papel de defensora del lector, no de lectora del Cosmopolitan. La diferencia te podrá parecer minúscula, pero el tamaño, sobre todo si puede llegar a pasar desapercibido, importa. La necesito, además, para explicarme: me encantan las lectoras del Cosmopolitan y las actrices que hacen de lectoras del Cosmopolitan, para tu tranquilidad, hasta yo sé distinguir entre una cosa y otra. Lo que no me gustan es que hagan de lectoras como si estuvieran interpretando no un guión, sino un manual de instrucciones. Cómo parecer una buena lectora del Cosmo y no morir en el intento, por ejemplo.

Insisto, B.

Miguel Ángel Maya dijo...

Querido anónimo:
eres un cachondo. No sé cómo te he confundido con ese amigo mío con nombre de abogado de novela radiada (o de detective chungo de la Barceloneta, ahora que está de moda la Nueva Novela Negra Barcelonesa, que vendrá a ser algo así como lo que fue la Nueva Trova Cubana, si no al tiempo, y terminará convirtiéndose en una sucesión de despropósitos: como han terminado convirtiéndose los detectives Silvio Rodríguez y Pablo Milanés... Espera que relea, que se me ha ido la perola). Ah, eso, que lo mismo, anónimo, mi amigo Braulio García Jaén termina convertido en personaje de "Criminalmente Larga" (como él cariñosamente llama a "Criminalmente Bella", ¿te he dicho ya que para relajarse de su lectura leía "Ser y Tiempo" de Heiddegger?, ¿a que es mono?), ahora que le faltaba nombre a un personaje que desde hace días me incordia como una piedrecilla en la suela de un zapato, igual, lo de detective (más que abogado) de novela radiada me puede resolver muchos problemas narrativos... En fin, anónimo, incluso ocultándote eres un no parar de dar sugerencias, un estímulo constante, un estar aquí y allá, lo mismo cosiendo un huevo que friendo un botón, una referencia intelectual y eso me gusta. Quiero conocerte. A mí me ponen, también, las lectoras de cosmopolitan y las actrices que parecen lectoras de Cosmopolitan, incluso los puntillosos que apostillan que ellos "habían escrito "defensora del lector de Cosmopolitan" y yo lectora de Cosmopolitan". Tienes razón, di un salto ontológico, tramposo, para decir lo que yo quería, y lo reconozco. Gracias por apuntarlo. Bueno, ahora que he asumido mi culpa, desenmascárate. Vamos a quedar. En serio, quiero conocerte...