martes, 12 de noviembre de 2013

SWEETNESS



Para Debrah 

Algún día te lo contaré todo, 
también yo tengo algunas cosas que contarte, 
y caerán las piezas del dominó y 
la bomba atómica y se fragmentará en miles de 
pedacitos de restos de naufragio la teoría de Newton 
y danzaremos separadas por mamparas esmeriladas. 
Algún día seré una esquiva gata y maullaré y me restregaré 
por tus piernas cuyas rodillas oprimen mi cuello, y recorreré 
los cubos de basura bajo el puente de Brooklyn, y 
veré cómo te besas con tus amantes, cómo 
se ponen en marcha los volcanes y las miserias 
y se velan las armas y aullaré a pocos centímetros 
de las aguas del Río Hudson y otros territorios 
míticos encerrados entre las páginas de tus libros o entre las escamas 
de un monstruo enloquecido, y se perderán mis poemas 
y mis diarios, y moriré en París como César Vallejo y 
también tendré ese día ya en mi recuerdo, 
como tú recordabas Coney Island. 
Algún día me armaré de valor y recordaré 
ese deseo terrible que habita en la punta de la Vía Láctea 
y me acompañará el aullido de los monos 
y te lo contaré todo por fin y quedarás sepultada 
bajo ese peso callado y frío como 
un hastiado crimen en un lugar inhóspito y cruel 
sin tiempo para identificar en la locura eso tan rojo 
y moribundo semienterrado en la nieve, 
blanda, fría, dulce, inofensiva nieve. 

Sylvia Eleniak, Sweetness

Miguel Ángel Maya
12 de noviembre de 2013

P.D. La fotografía es de Nastya Kaletkina
P.D. La traducción del poema de Eleniak es mía.
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