...Me escribió R. para decirme que en la biblioteca de Equisville [nombre falso] había algo que me ineresaría...
...Una poetisa había muerto y había donado sus pertenencias a Equisville. Nadie sabe qué vínculo tenía la poetisa difunta y Equisville. Entre sus pertenencias había libros, sí: ediciones de los 50 de Bruguera, libros sobre avistamientos de ovnis, sobre grafología, sobre extraterrestres, sobre misterios no resueltos, libros de historias paranormales, novelas fantásticas de autores que hoy nadie recuerda y que seguramente había comprado en kioscos. Había libros, sí, pocos merecían la pena: Faulkner y algún otro. Muchas antologías poéticas suyas: quiero decir el mismo libro repetido en cajas y cajas y cajas. Un libro que algún organismo o institución le publicó (alguna diputación o ayuntamiento) con portada de color marfil y buen papel, libros gordos que nadie absolutamente nadie compró y que ella guardaba en cajas, la misma caja pequeña en la que se lo envió el organismo que se lo publicó Manuscritos escritos a máquina, corregidos; ponencias y discursos para Alianza Popular, correspondencia con una universidad de Londres a la que solicitaba libros para escribir una historia de la poesía española; radiografías, historiales médicos, dibujos de niños...
...Pero lo que más me impresionó fueron las cartas de sus análisis grafológicos: eran las cartas que recibía de alguien a quien pagaba para que, a través de su escritura y cartas del tarot, le leyera el futuro. No tienen remitente, no sé de dónde venían, están escritas a mano, con faltas de ortografía. Eran cartas que el charlatán que respondía estructuraba en salud, dinero, amistad (las preguntas, supongo que ella le formulaba). En todas y cada una de las cartas le decía que encontraría una bonita amistad y que dejaría de estar sola...
...Supongo que nunca dejó de estarlo pero que ella nunca dejó de pagar al charlatán para que le dijera que, de forma inminente, ya no estaría nunca más sola porque "veía" que se acercaba "una amistad duradera"...
...También le decía lo que costaban determinados mejunjes o hierbas o tipos de velas, y aludía a las que ya le había enviado para que pudiera conseguir una amistad...
...Resulta que en la escritura tenía esa poetisa el futuro, según el grafólogo charlatán, pero resulta que la poetisa murió sola y ahora, sus pertenencias, están en los baños de la bibliotecas de Equisville, arrumbadas...
(Continuará, espero)
Miguel Ángel Maya
25 de noviembre de 2013
*
No hay comentarios:
Publicar un comentario