...Le puse el punto y final al cabaret, farera. Terminó el parto, ahora toca lamérselo todo, ir poniendo los huesos en su sitio, reintegrarse en la sociedad civil, ver películas, partidos de fútbol, beber cervezas...
...Me he ido despidiendo de todos los personajes, uno a uno, y no ha sido fácil después de tantos años: ahora empieza el juego de la verdad, ahora empiezan las arenas movedizas. Ellos no se van a estar quietecitos en un solo libro, lo saben, lo sé, nos conocemos, pero eso no quita la sensación de vacío y de vértigo que tengo...
...Me he ido despidiendo de todos los personajes, uno a uno, y no ha sido fácil después de tantos años: ahora empieza el juego de la verdad, ahora empiezan las arenas movedizas. Ellos no se van a estar quietecitos en un solo libro, lo saben, lo sé, nos conocemos, pero eso no quita la sensación de vacío y de vértigo que tengo...
...Siempre me gustaron los juegos de azar, esos encuentros fortuitos en un tren de madrugada, esos momentos que luego son un manantial de recuerdos durante muchos años. Tenía dieciséis años cuando vi Before sunrise, y diez más, como los protagonistas, cuando vi Before sunset. Ambas me estremecieron. Son historias que podían haberme pasado a mí, que me pasaron a mí...
...El azar es como una carambola encendida sobre un tapete intenso...
...Es curioso lo que me pasa en estos días con los azares, y es curioso que me pasen estos azares ahora que el cabaret yace con su punto y final y su temblor prodigioso, relamiéndome y temiendo la tinta roja de Lara y de Raquel, el veredicto de esos exigentes y demoledores rizos italianos...
...Es curioso lo que me pasa en estos días con los azares, y es curioso que me pasen estos azares ahora que el cabaret yace con su punto y final y su temblor prodigioso, relamiéndome y temiendo la tinta roja de Lara y de Raquel, el veredicto de esos exigentes y demoledores rizos italianos...
...En la entrada anterior escribí esto: "Es así como me imagino muchas veces a la lectora de un libro mío. Pocas veces imagino un lector. No sé por qué o tal vez no quiera saberlo. Le doy incluso un nombre, una voz, unas pupilas, y la imagino casi siempre así, en una mesa de café, mientras afuera llueve, y tiene un abrigo rojo, y un bolso caótico, y está algo despeinada, y una cerveza a medio terminar, o un café"...
...Ayer encontré este comentario de Rebeca: "Justo cuando tú escribías esta entrada, yo me leía tu libro. Lo cogí de la estantería, lo metí en uno de esos bolsos tan míos en los que podería meterme yo misma, me puse mi abrigo rojo, me acomodé en la esquina de una cafetería, me pedí un café y me leí las 135 páginas de la primera (o segunda) y de la segunda (o primera) parte del tirón. Durante poco más de dos horas estuve fuera del mundo... o más bien recorriendo el mundo (y tu biografía) a través de unas páginas que llegan casi tan hondo como lo hacen tus palabras en este blog. Sólo con leer el capítulo en que los personajes salen de los libros para cobrar vida habría bastado para compesar los dos meses en los que la editorial me tuvo pendiente de un envío que siempre se retrasaba.
Con la sonrisa en los labios que me produjo ver ese mail que esparaba en lugar del The End, volví a envolverme en mi abrigo rojo, deposité el libro en ese saco sin fondo que llevo por bolso y, de vuelta en casa, encendí el portátil y leí esta entrada. Y me alegré de encajar tanto en tu perfil de lectora como tú en el mío de escritor que deja huella"...
...Es curioso, lo de escribir cada vez me recuerda más a esta imagen: cuando uno está en un escenario, con un foco apuntándole directamente a la cara, sintiendo la presencia y la respiración de la gente que está enfrente, pero sin llegar a verlos, sólo sintiendo esa presencia a través de no sé qué epidermis...
...Ayer encontré este comentario de Rebeca: "Justo cuando tú escribías esta entrada, yo me leía tu libro. Lo cogí de la estantería, lo metí en uno de esos bolsos tan míos en los que podería meterme yo misma, me puse mi abrigo rojo, me acomodé en la esquina de una cafetería, me pedí un café y me leí las 135 páginas de la primera (o segunda) y de la segunda (o primera) parte del tirón. Durante poco más de dos horas estuve fuera del mundo... o más bien recorriendo el mundo (y tu biografía) a través de unas páginas que llegan casi tan hondo como lo hacen tus palabras en este blog. Sólo con leer el capítulo en que los personajes salen de los libros para cobrar vida habría bastado para compesar los dos meses en los que la editorial me tuvo pendiente de un envío que siempre se retrasaba.
Con la sonrisa en los labios que me produjo ver ese mail que esparaba en lugar del The End, volví a envolverme en mi abrigo rojo, deposité el libro en ese saco sin fondo que llevo por bolso y, de vuelta en casa, encendí el portátil y leí esta entrada. Y me alegré de encajar tanto en tu perfil de lectora como tú en el mío de escritor que deja huella"...
...Es curioso, lo de escribir cada vez me recuerda más a esta imagen: cuando uno está en un escenario, con un foco apuntándole directamente a la cara, sintiendo la presencia y la respiración de la gente que está enfrente, pero sin llegar a verlos, sólo sintiendo esa presencia a través de no sé qué epidermis...
...Escribir es como el no beso de Marcello Mastroiani y Anita Ekberg en la Fontana di Trevi. Se rozan sus labios, se tocan las pieles, pero no se besan...
...Hoy me encontré con el siguiente comentario anónimo: "Busca, mira, lee la entrada a tu post Cracovia...Esta mañana me acordé de ti mientras tomaba un café y miraba por la ventana..una ventana "polaca" o "cracoviana"....Tu libro"...
...Busqué la entrada de Cracovia y encontré este comentario: "¿Coincidencias? ¿o es que tenía que ser asi y no de otra manera?. Cracovia tiene tranvías que cruzan las calles como telarañas...Hola, Miguel Ángel, no sé cómo he llegado a tu blog, ni recuerdo que estaba buscando, sé que estaba bajando con el cursor cuando aparecieron ante mí Cracovia, y que alguien se había llevado un libro de la biblioteca¡ Pegué un salto y pinché en el blog...Trabajo en la biblioteca del Cervantes, tu libro lo compramos, sé que leí alguna referencia que me hizo que apostara por él. No lo he leido...ay...pero tienes que venir a Cracovia, ahora más que nunca"...
...Hoy me encontré con el siguiente comentario anónimo: "Busca, mira, lee la entrada a tu post Cracovia...Esta mañana me acordé de ti mientras tomaba un café y miraba por la ventana..una ventana "polaca" o "cracoviana"....Tu libro"...
...Busqué la entrada de Cracovia y encontré este comentario: "¿Coincidencias? ¿o es que tenía que ser asi y no de otra manera?. Cracovia tiene tranvías que cruzan las calles como telarañas...Hola, Miguel Ángel, no sé cómo he llegado a tu blog, ni recuerdo que estaba buscando, sé que estaba bajando con el cursor cuando aparecieron ante mí Cracovia, y que alguien se había llevado un libro de la biblioteca¡ Pegué un salto y pinché en el blog...Trabajo en la biblioteca del Cervantes, tu libro lo compramos, sé que leí alguna referencia que me hizo que apostara por él. No lo he leido...ay...pero tienes que venir a Cracovia, ahora más que nunca"...
...Siempre he tenido esta relación azarosa y mágica con los libros, con las manos que pasan páginas, con los libros que se olvidan en los asientos traseros de los taxis, con los libros que tienen dedicatorias de amor, con las pupilas que se sumergen hasta el tuétano de las historias que hay entre las páginas, con las casualidades bibliográficas, con los trenes nocturnos en los que si una noche de invierno un viajero o una viajera bla bla bla bla bla, las lectoras que entran en una cafetería con un abrigo rojo y piden un café y devoran un libro y además tienen la delicadeza de decírtelo, el tipo del Cervantes de Cracovia que legitima a la lectora que me había imaginado, en Cracovia, "saliendo de la biblioteca del Cervantes, leyendo el libro quién sabe en qué parque, en qué cama, oyendo qué música, en compañía de quién, hundiendo sus manos en quién sabe qué cabello, pasando sus páginas", quién sabe pensando qué, o "leyéndolo en un tranvía. La imagino en pijama, frente a una taza de café. La imagino vistiéndose, y el libro estará en un escritorio centroeuropeo, en una cama deshecha, su cama"...
...Siempre soñé con que escribir era el mejor modo para que me sucedieran estas cosas. Cuando era chico, y casi nada de lo que me rodea ahora había nacido o se había inventado todavía, decidí que yo quería ser escritor la noche en que mi madre me dijo que un escritor era capaz de inventarse el sabor de un helado que no había probado nunca. No sé por qué, aquello se me quedó grabado. Todavía recuerdo ese momento: yo estaba en la cama de mis padres, frente al espejo, con ese poema de Gibran que empezaba diciendo: "tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida" y que trataba de desentrañar, porque no lo entendía, cuando me ponía frente al espejo a imitar a Kirk Douglas...
...Pensaba, cuando sólo era un lector empedernido, que debía ser maravilloso que, como escritor, uno pudiera vivir estos juegos de azar...
...Ahora, aunque mi amateurismo o mi timidez me impidan decir sin disimular o distrayendo la atención que soy escritor, creo que es como si se hubiera cumplido un sueño. Y sí, comentarios como el de ayer de Rebeca dejan huella, por muy azarosos que sean...
...Pensaba, cuando sólo era un lector empedernido, que debía ser maravilloso que, como escritor, uno pudiera vivir estos juegos de azar...
...Ahora, aunque mi amateurismo o mi timidez me impidan decir sin disimular o distrayendo la atención que soy escritor, creo que es como si se hubiera cumplido un sueño. Y sí, comentarios como el de ayer de Rebeca dejan huella, por muy azarosos que sean...
Miguel Ángel Maya
Madrid, 21 febrero 2010
18 comentarios:
hoy, que ayer definí como -de mañana me apetece sólo los primeros cinco minutos-; me traes a la memoria casualidades, emoción, días de calor, de eclipse total de sol, de mariel y el capitán, de; justo con las películas que la encabezan el texto.
no le solía llamar azar, siempre me gustó llamarla casualidad. como decía en una película médem -podría contar mi vida uniendo casualidades-. me encantaba decir eso. hace muchos años escribí este texto:
http://like-spinning-plates.net/textos/life-on-mars-ii
citaba a "le pure café", el café de parís donde ellos toman un café. el café que sólo puede existir allí estaba al lado del hotel que había reservado para aquel verano. de alguna manera, google puso en el escaparate ese texto y fue encontrado por alguien que lo buscaba por todo lo que representaba parís y por todo lo que representaba esa gran película en diez años. alguien a un oceano de aquí... justo ahí empezó una historia que sencillamente siguió de la única manera en la que podía seguir, hasta el día de hoy, lunes, sentado en un sitio en el que no quiero estar, atado a la cárcel con las puertas abiertas, soñando con vivir cumplido el sueño de deciarse al sueño. pero me alegro de haberme cruzado con tu texto hoy. de algún modo que aún no sé, tus palabras me ayudaron a volver a escribir sin mirar... no es una excepción hoy. envidio gratamente que tu sueño se haya cumplido y que sea lo de cumplirse lo que te ocupa la mayor parte del día; me alegra saber que existe la posibilidad.
¿Qué he hecho al llegar a la biblioteca? buscar tu libro y llévarmelo en préstamo...Hablas de "Before sunrise", "Before sunset"..¿más casualidades?. Ojalá pudiera traerte el Cervantes ;-), qué más quisiera¡. La obligación manda, así que hasta otra. "La tipa del cervantes" :-). (Me llamo Virtudes). Cuando te pierdas por cualquier calle de Sevilla, acuérdate de mí, anda, que la echo mucho de menos. Y el mar....
Enhorabuena por el punto final ;) El resto ya lo leeré cuando toque, que ya va siendo hora.
Solo a los tipos y tipas que recuedan cosas les suceden más cosas. La Vida, con los indiferentes, ni se molesta.
Y hago mío el comentario de OKR.
tengo muchas monelles que contarte
...Yellow, sí, yo también podría contar mi vida uniendo casualidades, de hecho es un poco lo que trato de hacer...
...Me gustó tu texto y me ha gustado tu comentario, en cuanto a lo de estar sentado donde uno no quiere, la verdad es que nos pasa a menudo, a todos, y supongo que vivir es un poco intentar que todo sea un poco menos cárcel y más puertas abiertas...
...En cuanto a lo del sueño, la verdad es que igual suena más grandilocuente de lo que es: es un sueño minúsculo y demasiado íntimo, que la escritura mueva estas cosas, que alguien abra un libro y sienta que está escrito para él aunque el autor sea un completo desconocido es maravilloso, pero en el girar del mundo es apenas una microscópica anécdota...
...Un abrazo...
...Virtudes, la tipa del Cervantes, es como una simpática variación de "La tipa del blockbuster", de Indio Solari (¿o era la chica?). No te preocupes por lo de llevarme al Cervantes, todavía no estoy lo suficientemente gordo para ello (Pepe, el chico que dirigía la biblioteca del Cervantes de Nápoles medía la importancia de los escritores según lo gordos que estaban jajaja), iré en cuanto pueda por mis propios medios, espero que me invites a un café o a subir en tranvía...
...Sí, me ha gustado mucho esta casualidad: Before sunrise y Before sunset, las calles de Sevilla, el mar...
...Desde ahora Cracovia no es sólo la película de kiewslovski ;-)
...Seguiremos en contacto, ¿no?...
...Un abrazo...
...Muchas gracias, Marco, por esa alegría por el punto y final. Estoy deseando de que lo leas, claro. Soy como uno de esos perros impacientes que mueve la cola...
...Un abrazo...
...Nano, totalmente de acuerdo con eso de que la vida, con los indiferentes, ni se molesta...
...No lo había pensado nunca así, y, la verdad, en este momento, me has dado material para comerme la cabecita: mi deporte preferido...
...Un abrazo...
...Luna, justo en estos días de punto y final me estaba acordando de ti...
...Por supuesto, soy todo oidos para esas monelles que tienes que contarme...
...Un abrazo...
a veces leemos de una persona completamente desconocida mucho más de lo que jamás sabremos de hasta nuestra alma gemela. bueno, es lo que siempre he creído. imagino que que eso sucede cuando se escribe desde un sitio, en concreto. de todas de las maneras, es bonito que siga existiendo la magia.
un abrazo grande para ti, y feliz día.
...Totalmente de acuerdo con lo que dices, Yellow...
...Otro abrazo...
Claro que seguiremos en contacto, ya ves, en el trabajo y no he podido escapar a la tentación de leer tu blog...Pepe¡ un "tipo" fantástico, ahora anda por Atenas.
Claro que tienes que venir a Cracovia, tomaremos café en Singer, ¿o prefieres que te lleve a Camelot? :-). Y el tranvía....Y como sigamos tirando del hilo o de la madeja, seguro que encontraremos más casualidades....(Sí que me ha gustado eso de la "tipa del Cervantes")
...Te he buscado en el Cervantes de Cracovia, y he visto tu nombre completo. Aunque si lo prefieres te seguiré llamando "La Tipa del Cervantes". Qué sorpresa que conozcas a Pepe. Sí sabía que estaba en Atenas...
...Cuando salga "Cabaret en las tripas del difunto" os lo mandaré dedicado para que seáis el primer Cervantes (bueno, el segundo, primero lo llevaré en mano al de Nápoles: en cuya biblioteca tengo un pasado) en tenerlo...
(a ver si así hago méritos para que me invitéis, aunque no esté gordo jajaja) ;-)...
...un abrazo, Virtu... digo, tipa del Cervantes...
Ya ves, llego a casa, pincho en los favoritos y de nuevo en tu blog. Ay, ojalá pudiera llevarte o traerte a la biblioteca, pero...no depende de mí, aunque daré la lata :-). A Pepe lo conocí el año pasado en un curso en Madrid, llevo poco tiempo en el Cervantes (aunque...¿qué es el tiempo?), en Polonia soy reincidente, pero...sigo mirando nuestro sur.... Sí, sí, sí, en cuanto salga tu libro lo envías¡ qué bien¡. He pasado por una tienda con varios abrigos rojos en el escaparate, y he sonreído...Bueno, pues hasta pronto. La tipa...
(O sea, que ya me pones nombre y apellidos¡¡¡)
...Sí, sé tu nombre y apellidos, pero a partir de ahora actuaré como si no los supiera (jejeje)...
...Ahora que lo pienso, la hermana de un amigo mío estuvo viviendo en Cracovia y es sevillana, se llama Teresa Benítez. Daba clases de español allí. Igual la conoces, ya que estamos en racha con las casualidades. Como dices que eres reincidente, quién sabe...
...Lo mismo hasta tú y yo nos conocemos si nos ponemos a investigar un poco. Sevilla es muy pequeña...
...En fin, Tipa del Cervantes, un placer estas conversaciones a distancia (con o sin abrigos rojos)...
¡Por fin! Llevo media hora buscando dónde había leído yo un libro en el que había una librería donde los personajes salían de los libros por la noche y era el tuyo!! ;-) Más tranquilo, ahora. Un abrazo. G.
...Ay, Guille, mira que no acordarte de tan insigne escena...
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