viernes, 26 de febrero de 2010

Últimas imágenes del naufragio



Frescor de los vidrios al apoyar la frente en la ventana.
Luces trasnochadas que al apagarse nos dejan todavía más solos.
Telaraña que los alambres tejen sobre las azoteas.
Trote hueco de los jamelgos que pasan y nos emocionan sin razón.
¿A qué nos hace recordar el aullido de los gatos en celo,
y cuál será la intención de los papeles
que se arrastran en los patios vacíos?
Hora en que los muebles viejos aprovechan para sacarse las mentiras,
y en que las cañerías tienen gritos estrangulados,
como si se asfixiaran dentro de las paredes,
A veces se piensa,
al dar vuelta la llave de la electricidad,
en el espanto que sentirán las sombras,
si quisiéramos avisarles
para que tuvieran tiempo de acurrucarse en los rincones.
Y a veces las cruces de los postes telefónicos,
sobre las azoteas,
tienen algo de siniestro
y uno quisiera rozarse a las paredes,
como un gato o como un ladrón.
Noches en las que desearíamos
que nos pasaran la mano por el lomo,
y en las que súbitamente se comprende
que no hay ternura comparable
a la de acariciar algo que duerme.

Oliverio Girondo, "Nocturno"



...Casi no dormí esta noche. Soñé un poco, acaricié con ternura algo que dormía a orillas de la cama pero cuando quise darme cuenta me había desvelado la misma madrugada con la que estuve apunto de cruzarme al volver a casa. Es bonito soñarte sin que tú lo sepas, sin importancia, sin documentos. Es bonito que se dibuje esa sonrisa calamitosa al otro lado del espejo, ese entrechocar de azares imposibles que apenas sobreviven al sabor del gin-tonic...
...Anoche te tuve en la boca, en mi boca, en el cielo, en el paladar, como quien no quiere esperarte...
...Ahora suena una música lenta, y tengo un suave cansancio de gin-tonic, y la mirada cansada de cine, de humo, de regreso a casa, de dos o tres horas de sueño: sueño en los dos sentidos...




...Con la ternura incomparable de abrazarse a algo que duerme pensaba en las últimas imágenes del naufragio, en eso que decía Belén Gopegui en no sé qué libro: "todo el mundo tiene su Moby Dick". Sí, es verdad, pienso, rumio. No todo el mundo tiene entre sus recuerdos de infancia haber visto a la trapecista que antes se había jugado la vida a muchos metros del suelo dándole de mamar a un niño, sentada a la puerta de una caravana, mientras su primo payaso se maquilla para hacer la función...
...Pero sí, todo el mundo tiene su Moby Dick. Mi biografía está llena de ballenas blancas: la terrible indiferente y lúdica y dolorosa escurridiza maravilla que siempre se escapaba, que no quería quererme, que le daba igual quererme, quien, sin más equipaje que las cuentas pendientes consigo misma, se dejaba abrazar por aquellos que sabían hacerlo...
...No yo, que aunque te tuviera enfrente durante tantos años seguía soñando contigo...
...Maldito corazón, cada vez hace unos ritmos más raros...

Miguel Ángel Maya
Madrid, 26 febrero 2010

12 comentarios:

Viola Tricolor dijo...

Hola Migué! que bien, un post de viernes noche, hablas muchas veces de abrazar a alguien por las noches, me resulta siempre muy tierno, y me llama la atención, me parece que es algo inusual, el otro día leía no se donde (puede que fuera una mierda de encuesta pero también tengo la sensación de que es cierto) que la mayoría de las mujeres con pareja quieren ser besadas más a menudo y en distintas situaciones y lugares, y no sólo en la cama a la hora de hacer el amor, creo que es algo que muy pocos hombres entienden, esa necesidad de besos y caricias en las mujeres y leyendolo me preguntaba que sentido tiene seguir con alguien cuando se terminan los besos y la imaginación, ójala esa encuesta esté equivocada y que haya muchos hombres que se desvelan abrazados a alguien.
Me alegro de tener tiempo para volver a leerte, tus escritos siempre me parecen que tienen el aire de las películas en blanco y negro.

Un beso muy fuerte.

Miguel Ángel Maya dijo...

...Gracias, Viola...
...Igual es que yo soy un poco mujer, quién sabe, porque a veces necesito esas caricias como el comer...
...Otras veces no jijiji...
...Un beso...

Isabel Martínez Barquero dijo...

Bonito.

Miguel Ángel Maya dijo...

;-)

Anónimo dijo...

Leyendo tu entrada y la contestación de Viola, me ha venido a la mente el poema de Benedetti "Los formales y el frío", o será que esta fría tierra está terminando con mi afectividad...Ahora lanzo la mano cuando me presentan a alguien...¿Dónde quedan los abrazos, los besos? ¿será cuestión de norte y sur?. Mejor que me refugie en la mantita del sofá y en la lectura de un libro, que no se si llegaré a las dos horas o a los 58 minutos :-). La tipa :-)

Miguel Ángel Maya dijo...

...Querida Tipa...
...A mí también me pasaba, cuando vivía en Nápoles, lo de dar la mano en vez de plantar dos besos (y eso que Nápoles es, también, tierra caliente en esa tonta división climática de las gentes que solemos hacer para buscarnos coartadas)...
...Yo no creo que sea cuestión de norte y sur, sino más bien de códigos distintos o de modos distintos de entender la ternura...
...Yo soy mucho de tocar y de abrazar, pero también soy bastante arisco algunas veces, y me molesta que me toquen. Cosas mías...
...Espero que ayer llegaras al menos a la media hora jajaja...
...Un abrazo, mademoiselle Tipa...

trovador errante dijo...

Que bien escrito y descrito. Y el poema de Girondo...

Un abrazo,
Kike

Manuel Campo Vidal dijo...

Hola Miguel, después de haber leído algunas de las últimas entradas de tu blog, todavía me alegro más de haber recuperado el contacto contigo. Te seguiré, a ti y al trompetista.
Un abrazo

Manuel

Miguel Ángel Maya dijo...

...Otro abrazo, Kike...
...Gracias...

Miguel Ángel Maya dijo...

...Jajajajaja...
...Es siempre un honor que el insigne Manuel Campo Vidal se digne a dejarme un comentario, aunque sea desde Shangai...
...Estoy totalmente de acuerdo contigo: no hay que volver a perder el contacto...
...Un abrazo, hermano...

Aurélia Jarry dijo...

Qué divino este viaje, interior-exterior...
Me quedo con esta cama de mar, donde está quien no está por el sueño en los dos sentidos... Me quedo con esta trapezista dando de mamar -mar.
Hermosísimo.
Y esta cama, es de una pelí -dice la inculta que soy.
Un abrazo a punto de volar hacia Buenos Aires...!

Miguel Ángel Maya dijo...

...Ay, Aurelia...
...Gracias por todo eso con lo que te quedas...
...Sí, la cama es de "Últimas imágenes del naufragio", una película de Eliseo Subiela que vi hace mucho y que me encantó, pero que no sé si volver a ver porque temo cierta decepción...
...Qué envidia que ese abrazo sea apunto de volar hacia Baires. Salúdala de mi parte ;-)...
...Beso...