...Tu cameo ha tenido todas las percusiones y las arritmias del mundo. La lluvia ha dejado el whisky en los huesos y tu coño perdido, dice ese enano insoportable desde lo alto del trapecio. Hoy di vueltas, entré y salí del cine y me restregué con el piano. Christina Rosenvinge dijo una vez que es más fácil encontrar un buen amante que un buen bajista. Yo sigo tu rastro musical olisqueándote como un perro. Y te beso mucho. Sonaba jazz dentro del coche. Las gotas de la lluvia percutían. El limpiaparabrisas se deslizaba. Por la tarde terminé el guión desde el que te diviso y te olvido. Volver a empezar requiere, si no elegancia, sí cierta cara de Póker. Tu cameo en el corto será memorable y arrítmico, como un solo enamorado de Petrucciani...
Miguel Ángel Maya
Sevilla, 18 de octubre de 2012
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