...La locura. Medicinalmente la locura. Las venas pequeñas que se van rompiendo. La locura de quien más quieres. Ella te cuidaba. Ahora dice que le pasa algo, que no sabe que es y que a ver si se le soluciona esto. Habla del teatro de las luces. No sabe qué es pero responde al abrazo. Ahora tú la cuidas. Eras pequeño y te ponía el desayuno y te llevaba al colegio y te daba su mano, en el invierno, cruzando el parque. Ahora, en cuestión de días, se convirtió en una desconocida y en una niña pequeña. El paso del tiempo, biológica y metafóricamente, es despiadado y repentino y ruín. Podías haberme dado unos días para que me acostumbrara a desconocerla, digo por las noches, lloro por las noches. La locura. Sin sintaxis. Lo roto, sin verbo. De repente, sólo el recuerdo. Su mirada perdida. Su sonrisa. A ver si se soluciona esto. Sí, ya verás como sí. La saliva. La caricia. La locura. Sí, la locura...
Miguel Ángel Maya
Sevilla, 16 de enero de 2013
P.D. La foto es de Maciek Lesniak, a quien conocí en el blog de Emma Gunst (que fue de donde la robé)
*
17 comentarios:
La moza de la foto, la del cuello de garza real.
Así sería Édith Piaf si no hubiese nacido en plena calle Belleville, al pie de una farola.
Las sopas de vino de su abuela bereber no le cundieron. Y en menudo gorrión que quedó. Menudo gorrión...
Recórcholis, cómo me gustáis los dos.
...La verdad es que sí se da un aire a la señora Piaf, pero me temo que lo de nacer bajo una farola en pleno Belleville no fue la causa de su sino y su voz...
(Ay)
...Va a conseguir que me ruborice, Jenn...
...Alguien que diga "recórcholis" sólo puede haberse escapado de un cómic, y ya sólo por eso me tiene ganado...
:-p
Ay, Migue.
Pues yo, siempre oigo un "¡recórcholissss!", visualizo un tapón de botella de champán que sale disparado del gollete. Pero que conste que el palabro es un eufemismo por no decir un taco de los más malignos. Como "mecachis en diez" (algunos creyentes cultos (?) escriben "Diez", con mayúscula).
(Ay)
Tanto Ay hace que esto parezca un paritorio. La verdad es que algunos decimos ciertas paridas...
Más que Ay me molan esas caritas ladeadas, de sonrisa de oreja a oreja, con un ojo redondo y el otro achinado; o cuando el monigotillo saca la lengua por la comisura derecha, como diciendo "ahí queda eso". Este código se está extendiendo y, en una sociedad tan iletrada como la nuestra, en unos años hará que los más jóvenes regresen al neolítico, cuando para contar las cabras se dibujaban una a una en una lasca, y que para requebrar a una hembra se esbozaba sobre un cántaro sin cocer (entonces no se había inventado aún el torno) un triángulo con el vértice inferior entreabierto... Bastaba esto último para encender las mejillas de la bella troglodita, tal era el poder de sugestión de los iconos primordiales.
Pero que una cita SMS, con el código al uso de la infantería protonúbil que toma nuestras calles y glorietas de madrugada, termine en ayuntamiento (no me refiero a los guardias municipales, que esos pasan de movidas) me parece el prodigio de los siglos.
Leo las cartas de Rilke a sus ligues (aunque malicio que a la hora de la verdad mojaba bien poco)y me parece un marciano que escribiera en una lengua ininteligible (para ellos, claro).
Pero lo cierto que rollo (con buena a mala lengua) siempre lo ha habido. Lo que no sé si con las mismas consecuencias.
...Dear Arponero perplejo, porque el señor Eco, después de Lector in Fabula, no siguió por ahí; de haber tenido tiempo y no haber estado preso de cócteles y agasajos, a buen seguro, el Gran Semiólogo, habría llegado al mono, prototipo humano, y se habría dado cuenta que el emoticón y los dibujos de Altamira nacen de la misma matriz: el gruñido que provoca la sorpresa; los ojos abiertos como platos; la onomatopeya que sigue al regate imposible de Messi (¿no ha oído usted esa onomatopeya en el Camp Nou cuando toca el balón ese endiablado personaje?)...
...En este caso, me atrevo a contradecirle: los onomatopéyicos "Ay" no son de paritorio, sino de eso que el pobre Vygotsky en su faceta de lingüista llamaba "complicidad": el bueno de Lev, que abría los ojos como platos cuando veía el lenguaje tan primario de los enamorados (se ve que, como Rilke, el pobre tampoco mojaba mucho), y llegó a la conclusión de que la carencia objetiva de ese lenguaje era inversamente proporcional a la complicidad entre los interlocutores. Por seguir con el ejemplo futbolístico: Iniesta mira a Messi y Messi mira a Iniesta, y son tan cómplices que, sin ni siquiera hacer uso del onomatopéyico "¡Eh!" se entienden e Iniesta le pone el balón donde sabe que Messi lo quería...
...El "Ay, Migue" y el "(Ay)" entre paréntesis le deben un par de cervezas al simpático Vygotsky, quien por cierto, también estuvo preocupado por la política y el devenir de su tiempo, y tenía una curiosa teoría sobre los zapatos que ahora, desgraciadamente, no recuerdo a pesar de lo muy pintoresca que era...
;-)
Como onomatopeya de complicidad preferiría: ¡GRUNNNCH!,¡GRUNNNCH!¡GRUNNNCH!. Es más salvaje y más auténtica.
Como onomatopeya amatoria, oigo mucho últimamente (sobre todo en la tele): ¡SI,SI,SI,SI... (en el mundo anglosajón: ¡Oh, yeah, my god...!).
En cuanto al clamor de un estadio de fútbol, me confieso incapaz de reproducir con letras gruñido tan atroz.
Tiendo la oreja en los baretos y, a veces, entre onomatopeyas y fonemas masticados, logro entender alguna cosa, no crea. No pierdo la esperanza.
https://www.youtube.com/watch?v=hiIayQA80G4
;-)
Pero, Mayakovsky, a aquella BB se lo había que perdonar todo (a la facha lepenista actual, no; además esta arrugaílla como una pasa...). Pero al bomboncito de culito respingón y cara de ursulina perversa..., a esa, TO.
Otra fenómena de mi relicario particular.
PD.- Migue, este es un blog científico -aunque algún despistado no caiga en la cuenta- y si algo tiene es rigor. Por eso digo que estamos confundiendo lo que es una onomatopeya y lo que es una interjección. Onomatopeya sería: ñaca-ñaca; interjección los desmayados Ay.
...Más razón que un santo...
...En el caso de esa BB a quien hay que perdonarle todo, esos ¡BOOM! ¡CRASH! y "CRUNCH" de cómic son onomatopeyas...
...El "Oh" del Camp Nou ante un regate imposible de Messi es una interjección (ya, ya sé que al igual que Brassens -o yo mismo- no movía un dedo cuando oía música militar, a usted la música hooliganesca de los estadios no le va: le advierto que soy enemigo de lo tribal, pero adoro esa batalla de ejércitos y estrategias llamada fútbol)...
;-)
¿Por qué piensa su ilustrísima que no me gusta el furbo?
...Ah, no sé...
...Lo deduje ente líneas...
Pues ayer vi el Málaga-Barça y disfruté como un ulano.
...Superlativa batalla, sí señor...
Publicar un comentario