viernes, 3 de diciembre de 2010

Para Sybilla Cardinale

-Donc, tu m'aimes totalement...
-Oui, je t'aime totalement, tendrement et tragiquement...
-Moi aussi, Paul...





...Me pasan cosas muy raras...

...Anoche vi un capítulo de Six feet under en Cinetube. No sé por qué, cuando terminó, en vez de ver otro, metí en el buscador de la página Aquellos maravillosos años. Ya una vez lo hice y no había nada, pero ahora sí: estaban las dos primeras temporadas, y vi el primer capítulo, 1968...



...Ahora quería verlo con los ojos del guionista: los documentos word del disco duro repletos de escenas, letra courier, cuerpo 12, interlineado simple (tan distintos al times new roman, cuerpo 12, o al garamond, cuerpo 14, interlineado doble de la "literatura") demuestran que lo soy, o al menos eso creo, o eso me digo frente al espejo en mis particulares sueños de un seductor, mientras me afeito o me peino para atrás el pelo, y frunzo el ceño y digo "muñeca" y "nena" (palabras que jamás diría en la vida real, fuera de un fotograma o del baño) y repito para nadie diálogos de películas en blanco y negro...





...El caso es que no pude verlo más que con los ojos de quien veía Aquellos maravillosos años con once años, cuando Kevin Arnold tenía mi edad (mucha gente me decía que Kevin y yo nos parecíamos, incluso mi prima Ana, que quería ser actriz, y con quien yo soñaba ir a una ceremonia de los Oscar, porque cuando yo veía Aquellos maravillosos años decía que iba a ser director de cine, y daba por hecho que estaría nominado alguna vez)...

...En ese capítulo, Kevin y Wendy se dan el primer beso...
...El hermano de Wendy, a quien Kevin admira, acaba de morir en Vietnam, todo es raro, el mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos, sólo que cuando yo vi esa escena todavía no había visto Casablanca, y tampoco había besado nunca, pero recuerdo que el corazón me latía de un modo extraño...
...Yo también quería que en mi primer beso sonara la música de Percy Sledge...
...Traté de recordar cómo era ver un primer beso sin haber besado, cómo era ver un primer beso de alguien que tiene tu misma edad, once años, mientras cenas con tu padre, tu madre y tu hermana...



...Mi primer beso no tuvo música de Percy Sledge, ni siquiera tuvo música...
...Lo di cuando ya había visto Casablanca. Ella se llamaba Silvia, y era de Castilleja de la Cuesta, y tenía trece años (uno y medio más que yo), yo estaba enamorado de ella, pero yo a ella no le gustaba...
...Me besó para darle celos al chico que le gustaba...
...Fue un beso torpe, en el que quise fingir que ya había besado antes, pero fue un beso sin música: yo sabía que ella lo hacía para darle celos a Jesús, aunque en realidad todavía no sabía que se podían hacer cosas para dar celos, por eso fue también un beso triste...
...Cuando terminó el beso, y ella me llevó de la mano a la fiesta, sabía que todo se había terminado: ella quería que él me viera aparecer de su mano, y a partir de ese momento todo iba a ser una danza sutil entre ellos dos y en la que yo no pintaba nada...
...No sabía que podía haber danzas sutiles en las que uno no pinta nada, pero al igual que cuando uno ve en la pantalla un primer beso sin haberlo dado, es capaz de darse cuenta de cuándo no pinta nada entre dos, aunque nunca haya sentido que no pinta nada...




...Ver cómo Silvia y Jesús se besaban al final del verano sí que me dio bien en el corazón, sin previo aviso, tan de pronto, disparando tan preciso...

...Después de ver el primer capítulo me puse a recordar: me acordé de cómo esperaba los martes para ver la serie, cuando regresaba del conservatorio, los martes tenía solfeo y piano, y cuando llegaba a casa era de noche, veía la serie mientras cenaba...

...Me acosté recordando besos torpes y sin músicas, recordando el primer beso en el que pinté algo, recordando el gol de Koeman a la Sampdoria, El Club de los poetas muertos, a Juan, mi profesor de literatura, del colegio que con doce años me dijo que yo sería escritor, y que murió de infarto la misma tarde que el Depor le ganó por 4-0 al Milan, yo estaba en Nápoles y me llamó mi padre para decírmelo...
...Yo había estado en marzo en Sevilla, y fuimos posponiendo una cita hasta que tuve que volver a Italia: quedamos en vernos después del verano, pero cuando llegué a Sevilla él ya no estaba...





...Y me di cuenta de que guardaba memoria de todos los primeros besos que di a aquellas personas que luego significaron algo en mi vida. Me acordaba de absolutamente todos los primeros besos, pero curiosamente no recordaba ni uno sólo de los últimos...
...Era como si el último beso todavía hubiera quedado pendiente en todas las bocas que he besado...
...Me acordaba perfectamente, en cambio, del último beso de Kevin y Wendy, del último capítulo, del final alucinante de Aquellos maravillosos años, cuando cuenta que ella se marchó a París y que no dejaron de escribirse durante ocho años, y que fue a esperarla al aeropuerto... con su mujer y su primer hijo. Entonces suena la voz de un niño que dice: "¿Vienes, papá?" y él dice, "Sí"...

...Lo raro de todo esto es que me he pasado la mañana recordando cosas, cosas sin importancia, desconexas unas de otras, y cuando me he terminado de afeitar, a mediodía (con mis poses de actor de cine en blanco y negro que dice "nena" y "muñeca"), cuando he ido a quitar el cacharrito que se pone en el sumidero para evitar que los pelos atasquen las tuberías, he visto que había un pequeño plastiquito adhesivo...
...Supuse que sería de una crema o algo, del cartelito de un bote, no sé, algo así, pero cuando lo he sacado del cacharrito he leído "Recuerdo"...
...Llevo todo el día pensando de dónde ha salido y qué hacía ahí, justo hoy, justo al afeitarme, justo después de haberle dicho "nena" al espejo en medio de esta amnesia de mis últimos besos...

...Sé que es inverosímil, pero juro que es verdad (aquí está escaneado)...


Miguel Ángel Maya
Sevilla, 3 diciembre, 2010

10 comentarios:

trovador errante dijo...

Migue, no es para nada inverosímil...pasa constantemente...aunque muchas veces no lo veamos...tengo unas cuantas de estas...en carteles publicitarios muchas...en furgonetas que pasan al lado en ese momento...en las nubes....

Es una historia preciosa, cargada de puerilidad, de aquello maravillos años....

(Lo de Kika y Kike tampoco es nuevo...;-)...ya nos conocemos con la rubia paralela...;-)...y en la escuela...otro profe se llama Kiko...y cuando trabajamos juntos...)

Un abrazo,
Kike

kika... dijo...

Jajaja... efectivamente. La rubia paralela tiene tendencia a atraer a todas las otras kas del mundo...

Y menudo primer beso... aunque si estabas enamorado...

besos! (de los primeros, de los últimos y también de los de enmedio)
K

David J. Calzado dijo...

Besos primeros. El mío fue en una azotea (también hubieran servido un descampado o un callejón). La nostalgia, ese burdo pasatiempo.

Y Kevin y el doctor Joel Fleischman en ese pueblecito de Alaska, cuando veía la tele en la tele y no en una pantalla de ordenador. Tenemos que vernos. Beso.

NáN dijo...

Hace un mes solo, saqué del videoclub esa película con Bardot. ¿Por qué ya no se hacen películas así, para espectadores sin prisa?

Ra dijo...

Ay :)

Guapo!

Miguel Ángel Maya dijo...

...Lo de los carteles publicitarios, además, es muy cinematográfico...
...Ya me imaginaba que había algún elemento común además de las K...
...Un abrazo...

Miguel Ángel Maya dijo...

...Me gusta lo de rubia paralela...
...Lo de menudo primer beso va con segundas, ¿no?...
...Yo también, besos de todas partes...

Miguel Ángel Maya dijo...

...Se hacen, se hacen, otra cosa es que en ellas aparezca Brigitte Bardot como una yogurcita, y hable en francés desnuda, mientras suena la música inolvidable de Georges Delerue...

Miguel Ángel Maya dijo...

;-)

Miguel Ángel Maya dijo...

...Qué bonito, David, un primer beso en una azotea...
...Ay, cuando veíamos la tele en la tele: se me hacía raro ver el reportaje de Bolaño con el logotipo de La 2 con el portátil sobre las piernas, y la manta y el vino, no sé...
...Burdísimo pasatiempo, sí...