lunes, 12 de julio de 2010

Victoria y Soledad





...Mi primer recuerdo de la Selección es el gol de Señor a Malta. Lo recuerdo nítidamente: estaba con mi abuela Rufina en el salón, subido al sofá, que era una carretera sobre unas rocas por la que siempre transitaban cochecitos. Yo estaba jugando con uno de esos cochecitos, y el fútbol sonaba de fondo, pero no estaba atento al partido: entonces marcó Señor y vinieron los gallos de José Ángel de la Casa...

...Más o menos en ese mismo tiempo se gestaron dos errores que fui arrastrando durante varios años: confundía España con el Español (ahora Espanyol), y pensaba que Penalty era el nombre de un jugador (los jugadores de fútbol siempre tuvieron nombres "raros"). Durante años, cuando nos pedíamos jugadores antes de jugar un partido, yo siempre elegía Penalty...

...El fútbol es una metáfora de casi todo además de una batalla, además de una inagotable crónica épica. Supongo que ayer, cuando veía el gol de Iniesta abrazado al Primi, lo que sentía tenía un poco que ver con todo eso: era la gente de mi generación, mis hermanos pequeños o aquellos que nacieron cuando yo nací o unos cuantos años después, pero es gente cercana en el tiempo: no lejana como hasta ahora...

...Como pasa con la música que ya estaba antes de yo nacer y que fui descubriendo poco a poco, en los discos de vinilo de mi padre, con la Selección, lo que fui aprendiendo era una colección más o menos fallida de injusticias, impotencias, resentimientos o melancolías. Todo en la Selección era una colección de vídeos que yo fui asumiendo como parte de un imaginario desafortunado: el gol anulado a Michel contra Brasil, el gol que no marcó Cardeñosa, el codazo de Tasotti, el gol anulado a Hierro contra Corea, y una larga lista de etcéteras. Para mí no era extraño: nací en una familia de béticos, un lugar donde se le buscaban continuamente tres pies al gato o una exagerada mitificación de la derrota, como si en esa derrota tuviera un valor incalculable...

...Uno nace casualmente en un lugar casual, por eso siempre me ha parecido estúpido defender demasiado una casualidad y mucho más morir por ella. Yo podría haber nacido en cualquier otro lugar, haber nacido siendo ya campeón del mundo de fútbol, por ejemplo. Me son simpáticos muchos países y muchas selecciones, independientemente de los países que me son simpáticos, y no soy particularmente tribal. Más bien lo contrario. En este caso, cuando vi cómo el balón entraba dentro y el Primi se me abrazaba, era como si sintiera que en ese gol estaba contenido todo el magma de la gente que creció conmigo en el tiempo y relativamente en el espacio, como si sintiera que al ser testigo de ese primer mundial de España, conseguido además por la gente de mi generación (y hermanitos pequeños) era como si me lo ganara yo también un poco. Ni siquiera sé si me explico bien...

...Hasta ahora a la camiseta roja le faltaba la otra cara de la mítica: los grandes partidos memorables de un mundial, no esas pequeñas escaramuzas con las que la selección engalanaba un currículum algo pobre para el talento que se decía tenía: el 12-1 a Malta era hasta ahora el gran partido mítico, mientras las selecciones realmente importantes tenían en su haber medallas de mucha más enjundia ganadas en batallas de mayor calado...
...En la semifinal contra Alemania y en la final contra Holanda por fin se vieron dos de esas grandes batallas a las que hay que sobrevivir si uno quiere entrar en ese pantanoso territorio de los mitos...

...Siempre asocié mis pequeñas victorias a la soledad: ayer, después del momento de euforia salí a la calle con el Primi y los demás y vi las calles y me tomé algo. Las celebraciones en masa me gusta verlas un poco desde fuera, no sé: hace cuatro años estaba en Nápoles, y pensaba que mi melancolía, ese estar afuera de la celebración, se debía al hecho de no saber si yo viviría eso alguna vez...

...El último recuerdo que tengo de la Selección todavía está adherido a mis retinas. Éramos tres: Victoria, Soledad y Andrés...



Miguel Ángel Maya
Sevilla, 12 julio, 2010

2 comentarios:

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...


desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ


TE SIGO TU BLOG




CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...


AFECTUOSAMENTE
MIGUEL

ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DEL FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER Y CHOCOLATE.

José
Ramón...

Miguel Ángel Maya dijo...

...José Ramón, muchas gracias. Me alegro de que te guste mi blog. Sólo le he dado un vistazo al tuyo por falta de tiempo. Volveré a él con más calma...
...Un abrazo...