«Cuando un
imbécil se ha vuelto prescindible para sí, íntimamente se sabe prescindible
para los otros. Esto se aprende en las salas de terapia intensiva, los
tiroteos, los naufragios y en ningún otro lugar del mundo, creo. Hace tanto
tiempo me supe prescindible que ni lo recordaba y eta reflexión sobre la
memoria me ayuda a prescindir de vos y de tus efectos sobre mí, que siempre
imaginábamos no eran sino los efectos que producía sobre vos el reconocimiento
de que “algo hubo”. Ya ves, estoy muy viejo y continúo escribiendo cartitas de
amor, pero desde que me supe prescindible sólo escribo cartitas de amor a
prostitutas de la peor especie, como vos»
Fogwill,
Cuentos completos, Alfaguara (2011)
Miguel Ángel Maya
29 de junio de 2014
P.D. La fotografía es de Joan Colom
* * *
No hay comentarios:
Publicar un comentario