- Estoy pensando -me ha dicho en un tono sensato y muy reflexivo- que Walter Benjamin especuló en torno a las posibles relaciones existentes entre el arte de contar historias y la curación de enfermedades.
He tenido que confesarle la verdad, es decir, que no tenía ni idea de esa curiosa relación entre narrar y curarse. Entonces Montano me ha explicado, con voz sulce y amistosa, que la conexión entre contar historias y sanar enermedades se la había sugerido a Walter Benjamin un amigo alemán cuando le habló acerca de los poderes curativos de las manos de su mujer diciéndole que los movimientos de éstas eran muy expresivos, pero que resultaba imposible describir esa expresión, pues era como si esas manos estuvieran contando un cuento.
-Fue de ese modo -ha dicho mi hijo-, de este modo tan particular, como a Walter Benjamin le vino a la memoria una escena íntima: la del niño al que, cuando se pone enfermo, la madre le ordena acostarse, para luego ella sentarse a su lado y empezar a contarle historias. Y al vernirle a la cabeza ese recuerdo se preguntó Walter Benjamin si realmente no será la narración la atmósfera propicia y la condición más favorable para muchas curaciones.
Enrique Vila-Matas, El mal de Montano
Miguel Ángel Maya
17 de julio de 2013
La foto es de Sibylle Bergemann y está tomada de aquí.
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