Había que escribir sin para qué, sin para quién. El cuerpo se acuerda de un amor como encender la lámpara. El silencio es tentación y promesa.
Alejandra Pizarnik
Como un reloj de arena cae la música en la música. Estoy triste en la noche de colmillos de lobo. Cae la música en la música como mi voz en mis voces.
Alejandra Pizarnik
...Pizarnik redunda. En casa de mi abuelo había discos de pizarra, en el almacén donde estaban los cachivaches del teatro chino. Escribía sobre ellos, sobre esas músicas, con las tizas del bar de mi tío. Una vez, mi padre puso una aguja al filo de una caja de cerillos, para que tuviera resonancia. ¡Y sonó la música! ¡Que viva la música!, dije envuelto en un turbante sin saber que años antes de mi nacimiento Andrés Caicedo había titulado así un libro y después se había suicidado. Recuerdo que sabía, de todos los discos de vinilo que había en mi casa, dónde estaban rallados. Nunca me aprendí el principio de Ruby Tuesday porque saltaba la aguja en al menos tres puntos. De hecho, ahora, cuando escucho Flowers en Spotify inconscientemente espero el salto mortal de la aguja. Roberto Bolaño decía que buena parte de sus lagunas literarias tenía que ver con los libros que no había podido robar en las tiendas de México D.F., cuando era un cachorrillo y robaba libros y los devoraba...
...Voy del porno del principio de los tiempos, el porno del hombre de Cromagnon, el porno del mono, a mis asuntos más urgentes: de Django Reinhard a Duke Ellington y sus mujeres sofisticadas. Por ahora, todavía, queda algo de... ...Algo de... ¿swing?... ...Algo de... ¿cómo decirlo sin que...?
...Grosero o pordiosero, me he dejado olvidada la chistera... ...No me atrevo a darle nombre a esta colección de monólogos de Jack el Destripador en los que te disecciono el corazón, las vísceras, los besos, la piel, las huellas dactilares, las mareas...
...Los viajes organizados al País de las Maravillas dove andrò a vivere con Alice che si fa il whisky distillando fiori no son suficientes. Este motel de Wonderland tiene las paredes como de papel: The walls of this hotel are paper-thin. Last night I heard you making love to him. The struggle mouth to mouth and limb to limb. The grunt of unity when he came in. I stood there with my ear against the wall...
...Todo se vuelve canción o metáfora. En esencia tanto las canciones como las metáforas como tu saliva son coartadas. Tu dedo corazón ha terminado por hacerme daño. Me como las uñas. A veces sueño que me atropeya un tren nocturno. A veces sueño que te veo aparecer y me devoras. A veces sueño que pendo de un hilo y sólo tu nuca me salva. A veces me voy para siempre, como un gato, soñando tu caricia, como un perro...
…No se me ocurre nada que me haga más feliz que este futuro minúsculo: subirme a Fiat Janis, irme, resguardarme bajo una manta, empezar a leer la Trilogía de la ocupación de Patrick Modiano que acabo de traerme de la librería, saber que existen diez nuevas canciones de Leonard Cohen y que caerán a mis tímpanos en breve… …Si no fuera por ese futuro minúsculo y la elegancia del sombrero de Cohen creo que ahora mismo sería asiduo de las armerías más infectas de la ciudad, husmeando, maquinando, O caminando por el lado más cafre de la vida, como Mr Lou Reed…
…Empieza así, el libro de Modiano: Era la época en que andaba dilapidando mi herencia venezolana. Había quien no hablaba más que de mi radiante juventud y de mis rizos negros; y había quien me colmaba de insultos…
…Leonard Cohen dice, después del pequeño soliloquio de un Hammond, I should have seen the darkness, it was right venid your eyes, all those pools so deep and heartless, I just had to take a dive. Ah, but winning you was easy. Ah, but the darkness was the price…
…Mi vida está llena de malentendidos: ellos son la más importante epidemia que hay en mi biografía… …Alguna vez conté aquí la historia de los eclipses: (para el que no ha ido al enlace) llamaba eclipse a los negativos de las fotos, porque una vez mis padres me llevaron a ver un eclipse de sol, y yo pensaba que ver eclipses era ver negativos de fotos de cara al sol, así que me pasé todo el tiempo que duró el eclipse viendo negativos de fotos que ya había visto… …No entendí bien el sentido de ir a un lugar abierto a las afueras de Alcorcón para ver negativos de fotos, pero no voy a negar que me gustó…
…Otro gran malentendido de mis primeros cinco años de vida tiene que ver con dos héroes novelescos: Fraga y El Rey (y no estoy hablando de Elvis); cuando era chico vivía en el 8º B de la escalera izquierda del bloque 7 de la calle Sierra de Alcubierre de Alcorcón (Madrid), y yo estaba convencido de que, en el 5º piso vivían Fraga y El Rey. El Rey era un militar que a veces subía en el ascensor de uniforme, y me hacía el juego estúpido de fingir que me quitaba la nariz, y luego ponía su dedo gordo entre el índice y el corazón y me decía: “mira, mira, te la he quitado”. De chico llegué a intentar robar la foto de El Rey y Sofía de mi clase del colegio Miguel de Unamuno. Qué adrenalina. Quería hacerlo sólo para cotejar al Rey del 5º y la foto de Sofía. Lo que me escamaba era que en el 5º, con él, no vivía la reina. Al final no me atreví a terminar de robarla. No sabía dónde guardármela, y conociéndome, no habría sido capaz de inventar una coartada… …Lo de Fraga era distinto: vivía también en el 5º, junto al rey. Su hijo era algo mayor que yo, y su especialidad era imitar al Pato Donald. Lo hacía a todas horas. Cada vez que veía a Fraga en el televisor, pensaba que no podía tomarme en serio a un señor que tenía a un hijo así. Tampoco entendía que mi padre lo insultara cada vez que lo veía, y que luego se mostrara tan amable con él cuando se cruzaba en la escalera o en el ascensor. El Fraga del 5º piso fumaba puros y llevaba tirantes. No sé cuándo supe que en mi bloque de Alcorcón no vivían ni El Rey ni Fraga, pero para entonces yo ya los había escudriñado y estudiado al milímetro, sobre todo a Fraga…
…De Fraga me da igual todo, incluida su muerte: sigue siendo, no sólo para mí, un héroe novelesco de ficción: su muerte lo ha convertido en un demócrata convencido y en un luchador por la libertad, y decir eso de Fraga es recrear una ficción cuyo parecido con la realidad es mera coincidencia. Pero eso me da igual. Hace tiempo que la realidad es una curiosa entidad flexible como un chicle. Gracias a que él, Fraga, dio la orden de disparar contra un grupo de obreros encerrados en una iglesia el 3 de marzo de 1976 le debemos a Lluis Llach una obra maestra… ...Pero desde luego lo único que no le perdonaré nunca es que dijera fanfarroneando que Ava Gardner quiso acostarse con él… …Como documenta Marcos Ordóñez en Beberse la vida, Ava Gardner pensaba que Fraga era un personaje repugnante, y debido a eso, Fraga la tomó con ella hasta el punto que estuvo detrás de la operación que acusó al Animal Más Bello del Mundo de evadir impuestos en España, lo que provocó que terminara marchándose de España… …Llegaron a tener una reunión en la casa de Lucia Bosé, donde ella lo ridiculizó hasta la saciedad, se rió de él, y lo humilló tergiversando su nombre (lo llamaba Mister Braga), fingiendo estar borracha, insultándolo con sus ojos de gata casi obscenos y con un vaso de ginebra en la mano… …Eso, por ahora, es todo lo que sé de ese héroe novelesco…
...La disyuntiva es esta: tener un nudo en la garganta o teorizar sobre literatura. Refugiarse en el Tratado de armonía de Schoenberg, del que extraje intelectuales conclusiones, o mirarme al espejo, con el corazón en un puño, o con la mano en el pecho, ya no sé ni lo que digo, e ir párrafo a párrafo aceptando imposturas y recreándome en lo que me he convertido: soy como esos personajes de cuento que se convierten en animales sin que nada en ellos cambie. Kafka, al menos, problematizó ese gran tema literario y vital: la metamorfosis...
...La resurrección puede esperar, el crimen, el frío...
...La escritura de mi nueva novela
ya está el bluff, dirá cualquiera, ya está la diva loca contando batallitas, sigue diciendo que escribe: es curioso cómo lo que no se ve muchas veces no existe: es curiosa también mi coartada o mi teoría literaria: el libro es una anécdota: siempre lo he pensado: la ficción, al menos la mía, es perpetua, continua: los personajes están ahí siempre, no sé cómo llamar a ese mundo en el que están, son pequeños Daseins, la escritura de un libro o de un relato en el que aparezcan, es siempre muy parecido al montaje de una película magmática: no sé cómo explicarlo mejor que con la imagen del montaje: es como tomar uno de los tantos momentos de sus biografías, y contarlo: las historias siguen, antes, durante y después del libro
de mi nueva novela está siendo curiosa: a la escritura como redacción se le están uniendo trabajos manuales: recortes de periódico, fotografías (¿qué está haciendo, por qué me fotografía sin permiso?: estoy escribiendo una novela, señora), papelitos originales con notas reales y escaneados...
...Escribir así me parece una especie de camino: supongo que el libro digital, cuando por fin abandonemos el debate que quieren los fabricantes de libros digitales (¿a quién quieres más, a papá o a mamá: libro digital o libro analógico: cueces o enriqueces, cuerpo o alma, boca o river, madrid o barça? josfieufhoiseufyvosieufyvg) y el hastío que provoca lo extremadamente simple, la idea de venta, las razones del comercial con sonrisa pulcra y dientes blancos, cuando por fin abandonemos la patraña y nos centremos en sus posibilidades artísticas, las del libro digital, supongo que la escritura podrá contener eso, y los que nos dedicamos en silencio a casi todo y somos músicos y guionistas y escritores y fotógrafos y la polla en verso, encontraremos posibilidades nunca antes vistas: ¿por qué no esos fotogramas que aparecen en la novela no se convierten en película?, ¿por qué no compongo además la música de la película, y dirijo a los actores, y además puedo ver la película en el libro digital mientras leo y...?
...Pero siempre que pienso en estas cosas pienso en el nudo en la garganta, y pienso en el blues, por ejemplo, o pienso en las ganas de llorar sin ningún tipo de formato, y pienso en escribir una novela de 380 páginas sólo para decir aquello de "tengo un verso atragantado, donde te mando a la mierda, después vuelvo a suplicar"... ...Al fin y al cabo, pienso, me digo, si el libro es anecdótico o circunstancial en la escritura, es anecdótico en cualquier formato...
...Mi problema con lo digital viene precisamente de ahí: al final el formato se termina convirtiendo en una especie de túnel o de embudo en el que hay que estructurar algo que sea mínimamente decente: hay que terminar montando algo que termine teniendo sentido de entre todo aquello que se quiere decir, y tal vez ése sea el problema: para hacer el montaje final de un continuum escrito se hace necesario apostar, y para apostar es imprescindible un criterio, un sentido, y es ahí donde la aventura puede terminar en naufragio, y jode que, después de todo, con un magma tan poderoso, todo se vaya al carajo por haber apostado mal... ...Me resulta curioso lo claras que tengo ciertas teorías en mi cabeza, y lo poco que puedo demostrar con mi obra: me es imposible avalar nada de lo que digo con hechos, y eso me frustra...
...Vicente Luis Mora hizo una crítica, que yo en su momento percibí como demoledora, de mi único aval con el que cuento como escritor hasta la fecha:
claro que me jode que los vaivenes editoriales me hayan impedido poder tener más avales, y es un cabreo casi decimonónico, casi pueril: la historia viene a ser así:
MIGUEL ÁNGEL MAYA: [Voz de monólogo interior]
Joder, llevo entregadas a montones de editores varias novelas infinitamente "mejores" (por apuesta literaria, por discurso literario, por evolución de aquello de lo que partía en mi prescindible novela de debut) que la única novela que decidieron publicarme. Mi discurso sigue ahí, pero nadie lo ve, nadie sabe de él, nadie lo ha visto, por lo tanto, no existe: no existen ni las horas de escritura, ni el aprendizaje de la escritura dramática, ni las aplicaciones dramáticas o guionísticas en las horas de escritura, ni las fotos, ni la música, ni las partituras que llevo compuestas para la novela: nada existe, y bla bla bla bla bla... Patraña tras patraña soeruosieuvfyoweihv.
Miguel Ángel Maya no es más que el autor de una novela titulada "Últimas 2 horas y 58 minutos", según google, o el autor del blog "Migue y el fabuloso trompetista invisible": el overbooking de la escritura en espera de convertirse en hecho público y visible por cualquiera sigue ahí, lo sé yo, lo vivo yo, pero no está en google, no existe
hasta la fecha: "Últimas 2 horas y 58 minutos". De todo lo que dijo, lo que más me entristeció fue que no mencionara nada acerca de un pequeño detalle, insignificante, pero que abría una puerta precisamente a ese magma del que el libro físico era un remedo, o bien un fallido exponente: el narrador daba al lector la dirección de email del personaje latente (fallido, sí, pero latente) durante toda la novela. No sólo no mencionó nada de ese detalle, sino que nunca le escribió un email a ese personaje. Todo en esa novela es hoy prescindible (a pesar de que luego el propio Vicente Luis Mora la legitimara -quizás incluso demasiado- aquí, lo cual es de agradecer), absolutamente todo: hoy quizás no la habría publicado: sólo permanece, y continúa, años después, la historia de algunos de los personajes que aparecían en el libro. Nadie sabe que continúa (sólo quizás los que alguna vez escribieron a Laura, y siguieron manteniendo una correspondencia digital con ella). Todo en la novela es prescindible porque la novela es anecdótica en sí misma, es un pretexto para continuar de forma subterránea hasta la muerte en la ficción y fuera de los focos de los personajes: de eso se trataba esa novela: de mi primer intento de poner en pie, de llevar a la práctica, eso que tanto decía en las barras de los bares: el libro es anecdótico e incluso prescindible frente al magma que lo sustenta. Es el magma lo que da sentido al libro (como ese sonido "más bajo posible" de ficción -metafísico- del que manarían todos los sonidos del universo que se inventó Schoenberg para sustentar todo su entramado armónico y para contarnos la historia de los sonidos "vagantes" y darle la vuelta al modo de ver la armonía clásica). Lo único que hay que hacer con el libro, es canalizar las salidas del magma, darle forma a esa salida: estructurar lo visible, sean palabras o personajes de ficción al otro lado del email o del teléfono o...
...Me entristeció no ser capaz de trasladar esa idea simple a la anécdota del libro, y me entristeció que Vicente Luis Mora no supiera ver al menos el intento fallido de eso que ni menciona y que es lo esencial de mi escritura: una escritura tan invisible como el trompetista de este blog...
...Me entristeció en su momento, se entiende, ahora lo entiendo mejor, o más, y además, ya nada de eso importa. Bastante tengo ahora con mi vida (con lo mío, que diría una maruja) como para preocuparme de la repercusión de una ficción que, a día de hoy, yo considero fallida y que él supo ver así antes que yo...
...Pero el nudo en la garganta sigue ahí, y Laura sigue perdida en Buenos Aires, y un tipo con amnesia sigue rebotando en alguna parte del Buenos Aires de ficción, y ese mundo de ficción se parece demasiado a mi vida ahora: a menudo me pregunto, como hago con gente que quiero, qué habrá pasado con Laura... ...Es como si yo también hubiera perdido el contacto con ella: y pienso a menudo en ella: esta película le gustaría, o con quién estará ahora, o ¿se habrá ido de Buenos Aires?... ...Caminando por París en septiembre me pareció verla salir de una librería de partituras con un violín a la espalda, y la seguí: no sabía que Laura tocara el violín...
...El problema de todo esto es, me digo, ahora sí, mirándome al espejo, sin sombrero ni elegancia, dónde termina el juego, dónde termina la ficción, dónde termina el refugio y empieza la intemperie, cuando a mí lo que me pasa es que tengo ganas de llorar y no me satisfacen ni los libros, ni los píxeles, ni Wittgenstein, ni Walter Benjamin: yo entiendo a Benjamin desde el asedio y el vacío, yo lo entiendo como las bestias presienten los terremotos, y lo entendería si todos sus libros hubieran sido pasto o pacto de las llamas, yo lo entiendo desde el impulso que tuvo en Port Bou con una bala entrando en su cráneo y una maleta abandonada...
...Cómo conjugar el olor de la lluvia mojada, la necesidad perentoria de blues, el piano desnudo, las manos y los pies descalzos, las ganas de sentirme en tu cuerpo como en mi casa, la necesidad de abrigo para este frío inmenso que me paraliza y me mata, y me mata, y me mata, y la impostura de ponerme sombrero y elegante, dejar la pornografía a un lado, y hablar de literatura cuando a nadie le interesa ni esto ni la literatura, y menos, lo que yo podría decir acerca de la literatura con los pobres avales con los que cuento...
...No sé por qué he escrito todo esto: detrás palpitan dos documentos word, y yo los he minimizado y me he puesto a escribir esto, así, sin parar, escribir... ...Y tengo unas ganas inmensas de llorar. Y Laura es un personaje de ficción, pero necesito su piel y su voz y saber qué ha sido de ella. Y estoy solo. Y te necesito. Y suena Damien Rice. Y vendrán tiempos mejores o peores, pero escribir seguirá siendo el más insignificante de los verbos autobiográficos, y tocar el piano seguirá siendo el más autobiográfico de los verbos insignificantes. Nada tendrá sentido. Y yo seguiré sin existir a pesar de este nudo en la garganta...
Me registro los bolsillos desiertos para saber dónde fueron aquellos sueños. Invado las estancias vacías para recoger mis palabras tan lejanamente idas. Saqueo aparadores antiguos, viejos zapatos, amarillentas fotografías tiernas, estilográficas desusadas y textos desgajados del Bachillerato, pero nadie me dice quién fui yo.
Miguel Labordeta
...Un tic-tac con forma de sala de espera... ...Hoy pensaba que buscar billetes de avión como yo los busco, devorando futuro, como Cronos devoraba pasado, tiene el sonido de tic-tac de las salas de espera, esas salas de espera de doctores a punto de jubilarse, desgana al palpar el bulto, párpados como persianas membranosas, pesadez en las palabras y en los diagnósticos...
...Pensaba en la narración: las veces a lo largo del día en que narro porciones de mi vida, pedazos, casi siempre behavioristas, épico a lo sumo, aséptico, como quien escribe en tercera persona, perdonándose la primera persona por demasiado fango y teniéndole miedo a la segunda. Ninguna de esas narraciones dice algo mínimamente relevante de mí. Cómo se pueden decir tantas palabras a lo largo del día, cómo puedo hablar tanto, tener tantos interlocutores, y no decir absolutamente nada... ...Cómo puede ser tan fácil sepultar dolor chapoteando en palabras, derrochando fonemas, cómo se puede ser tan bueno incendiando ropas, o pelos, no diciendo nunca lo que de verdad... Lo que de verdad nunca...
...Pensaba en la ficción como refugio: sonaba la radio, en Radio 3 entrevistaban a tres músicos, y narraban porciones musicales de vida. Contaron una autobiografía en vinilos. Supongo que toda mi pelea narrativa es cómo contar algo diciendo otra cosa, haciendo ver otra cosa: y sí, los vinilos podrían ser un buen punto de partida, como los dibujos de la protagonista. Luego siento un escalofrío porque salgo a la calle, y vuelvo, y al releer lo que había escrito me doy cuenta de que dice más de mí que todas las narraciones tras las que me parapeto cada día, ante interlocutores, ante vinos, ante cafés, ante el pavor de quitarse el sombrero...
...Hoy, conduciendo, volví a acordarme de las carpetas y cuadernos donde fui apuntando todo lo que tenía que ver con una lengua que me propuse inventar desde cero. Empecé con ello hace muchos años: tenía su grafía propia, sus raíces, su vocabulario, a medida que me la iba inventando fui deduciendo un entramado de pensamiento. Todo eso sigue ahí, y me sorprende ahora deducir cosas -como la conjugación de un verbo, por ejemplo, aplicando ese entramado de pensamiento. Todo está ahí, puedo continuar mi mejor obra en cualquier momento, cada día, o abandonar la empresa para siempre dejándolo en una posibilidad eterna, encender mi propia ley o romper la baraja... ...Empezó a sonar en la radio El sitio de mi recreo, y me di cuenta de que mi propia lengua, mi propio idioma, que quedará sepultada cuando lo haga yo, con su desinencia temporal para los adjetivos y la diferencia entre el pronombre nosotros cuando se trata de tú y yo o cuando implica un tú-no-estabas, mi propia lengua, como esa ficción tras la que no me parapeto sino que me sostiene las arritmias y las caídas, mi propia lengua es lo único que dice algo de mí... ...Sólo eso me da pistas sobre quien soy... ...Y justamente es lo que coincide con el más absoluto y miserable silencio...
...Huí del despropósito. Vade retro. Cité a los clásicos. Limpié la mierda de mis zapatos en el más selecto de los bordillos. Nunca más, me dije. Nunca más, grité a los cuatro vientos. Me emborraché y me rasgué las vestiduras. Ahora estoy borracho y anonadado y en la lona, y flipo, mucho. Hice lo que Bogart hubiera hecho en mi lugar dentro del más chungo de los fotogramas. De hecho Bogart jamás se hubiera enfangado tanto, pero tanto...
...Trataré de batir todos los records de velocidad, como en una canción de Leonard Cohen donde se habla del desierto y de Clinton Street y de New York. Es ahí donde quisiera de estar ahora, y no en medio de este triste fango donde no tenía que haberme metido nunca... ...Dejar atrás este mediocre asalto a mano armada... ...Y nada más: de verdad, absolutamente nada más...
...Me disfracé de ratón la noche que fui a conocer a César Aira, en Buenos Aires: por aquel entonces no se me ocurría mayor señal de respeto hacia mis maestros que disfrazarme de ratón. Ahora mis pasiones se reducen al alcohol, los recortables, el cine, la buena literatura y los vicios inconfesables (que son algo así como los fondos reservados del mundo de los vicios), pero sobre todo adoro hibernar: como Luis Buñuel, adoro dormir porque mientras uno duerme cabe la posibilidad de soñar...
...El problema es que no creo en las medias distancias sino en las muy exageradamente cortas o las infinitamente largas. Entre los tranvías llamados deseo y el transiberiano, elijo el último, y sueño con un sueño profundo (en italiano, esta frase tendría dos palabras: "e sogno con un sonno profondo"), caer en la marmita de los fotogramas, viajar a la luna, descender al infierno: de entre todo ello, Vladivostok no puede ser un mal lugar como término medio, a medio camino, a media luz, a medias, donde dicen los sabios y los abstemios que se encuentra la virtud...
...Glenn Gould es un grande y me acuna. Yo lo cito al principio de esta entrada. Espero que baste, digo. Sventola bandiera bianca. Mi arrendo. Cito y ando con pies de plomo. ¿Te gustan mis nuevos pies de plomo?, pregunto a la dependienta. Me ignora. Masca chicle. Mira el reloj. Está deseando irse. Me los llevo puestos, digo, los pies de plomo. Vale, dice con indiferencia. Son cómodos. Masca chicle. Soy demasiado vulnerable, casi tanto como un actor porno que acaba de descubrir su impotencia justo antes de follarse al gran amor de su adolescencia, 5.481 escenas después. O no, digo, mejor envuélvamelos para regalo. Pero para un regalo de media distancia, templadito, que no muera ni mate, sin sobresaltos, sin arritmias, lo justo para hibernar...
El último, recito como suspirando o jadeando suave, que apague la luz...
...Hay
poetas obesos sobre los que pesan ciertas sospechas de que murieron
envenenados después de un golpe de estado que necesitan escribir los
versos más tristes esta noche. Yo esta noche lo que necesito es un
trago, como en esas películas en blanco y negro dobladas, como en medio
de un suicidio inminente dibujado por Grosz, el más importante y taquicárdico taquígrafo del siglo pasado...
...Compongo
la música para un ballet coreografiado por una bailarina rota y todavía
no acontecido en algún lugar secreto de París, como Satie.
La soledad me acaricia con una ferocidad que no esperaba, viste un
vestido rojo, no lleva ropa interior, ha preparado todos los cócteles
alcohólicos del mundo y yo, mientras, voy perdiendo una a una todas y
cada una de las batallas a las que fui apostando o en las que me fui
enrolando cuando era joven y mi sonrisa era todo un salvoconducto, e iba
desarmado, almado, voraz...
...Pienso en la palabra "Frozen" mientras trato de sacudirme esta epidermia que
me asola (asolar de soledad, de desconsuelo, de no-suelo, de solo de
trompeta invisible, de...): vuelvo a ser la Siberia arrasada antes de la
llegada de los nazis, y pienso que uno puede equivocarse de persona y
no equivocarse de escritora, y viceversa, y que al fin y al cabo lo de
escribir es anecdótico, como la invisibilidad, la soledad o la
sordomudez...
...En breve, apenas esas sirenas de ahí abajo dejen oír la voz de Damien Rice, o esos fisgones dejen de mirar a Talita caminando
en camisón por un tablón entre ventana y ventana, mi cuerpo formará una
breve esvástica sobre el pavimento del suelo. La querencia por el
crimen se dejará llevar por unos repentinos carnavales en los que uno
puede disfrazarse de escorpión o de puta, soñar o bostezar, llegar a
Marte o dormirse en los laureles, rendirse envelesado al milagro de
vivir ante una niña que balbucea onomatopeyas mientras sus manitas
minúsculas acarician mi barba, o saldar las últimas deudas salvando de
la plaga todo lo que pueda...
...Hagan juego: una vez haya
saltado al vacío todo dará igual, y de la esvástica no quedará más que
un contorno de tiza que quedará borrada por completo con las primeras
lluvias o las últimas suelas de los transeúntes en hora punta, cortante,
despiadada, prisa, torpe, triste...
"Cuando relato mis trashumancias, mis caídas, mis delirios y mis secretas orgías, lo hago únicamente para detener, ya casi en el aire, dos o tres gritos bestiales, desgarrados gruñidos de caverna con los que podría más eficazmente decir lo que en verdad siento y lo que soy" Maqroll el Gaviero. (Álvaro Mutis)
PARANOICA FIERITA (Editorial Carpe Noctem, 2022)
TEXTOS ENGORDADOS Y OTRAS ESPECIES
Proyecto literario digital
CRIMINALMENTE BELLA (Editorial Alegoría, 2016)
(Edición y prólogo)
MONSIEUR WITNESS (2015-2016)
Proyecto literario digital
FALSA ANTOLOGÍA COMPLETA DE LOS POETAS INCENDIARIOS (Editorial Alegoría, 2014) *
(Edición y prólogo)
EL HOMBRE QUE DECÍA HABER SALVADO A REBECA B. (Editorial Alegoría, 2013)
ÚLTIMAS 2 HORAS Y 58 MINUTOS (Lengua de Trapo, 2008)
Últimas 2 horas y 58 minutos. Primera (o segunda) parte.
*
Últimas 2 horas y 58 minutos. Segunda (o primera) parte.
Nací el 2 de julio de 1978. Soy músico, escritor, viajero. Estudié en el Conservatorio de Sevilla. Me licencié en filosofía por la Universidad Oriental de Nápoles (Italia). He tocado todos los géneros literarios, incluido el curriculum vitae. Escribo novelas, relatos, poemas y guiones, compongo canciones y toco el piano. Mi espectáculo musical se llama Migue y el fabuloso trompetista invisible. He vivido en Alcorcón, Sevilla, Londres, La Habana, Ciudad de México, Bogotá, Buenos Aires, Nápoles y Madrid. Algunos de mis relatos han aparecido en antologías, revistas, fancines o rocambolescos folletines olvidados. Me gano la vida como buenamente puedo (casi siempre de forma legal). He publicado dos libros: "Últimas 2 horas y 58 minutos" y "El hombre que decía haber salvado a Rebeca B". Y he editado "Falsa antología completa de los poetas incendiarios". Para ser feliz me basta un piano, una playa desierta, buena compañía. Thelonious Monk ya inventó casi todo lo que se me ocurre. De mayor quiero ser Jacques Brel o Leonard Cohen.