lunes, 20 de diciembre de 2010

HUMO



...Hoy, especialmente hoy, me gustaría correr hasta llegar al mar: dejar de corregir manuscritos, dejar de ver llover, dejar de echar de menos el piano, dejar de esperar que salga el café, dejar de buscar o encontrar o hacer que se busca o se encuentra...
...Cuando vivía en Nápoles lo hacía, porque Nápoles abraza el mar y porque el mar estaba a unos veinte pasos o cuatrocientos golpes...



...En estos días me siento raro cuando camino por Wonderland...
...Quisiera esperarte y llamarte, amor, pero no por teléfono y que tú cogieras un taxi y cruzaras la desmedida realidad de diciembre por verme y desperdigaras sobre la colcha todos tus sueños y líquidos. No. Me refiero a llamarte a gritos, hacer señales de humo, crear un código semántico que nos transportara a las antípodas, que captaras al vuelo, como si no te importara ni siquiera mi falta de elegancia o mi empeño en corregir manuscritos o en asaltar pianos, que sólo tuviera sentido para decirnos el uno al otro que se trata de elegir entre el mar o la vida...
...Y que frente a este Wonderland de cartón piedra no cabe más salvación que las antípodas, las señales de humo o lo que queda de ti al otro lado del teléfono...

Miguel Ángel Maya
Sevilla, 20 diciembre, 2010

4 comentarios:

Ra dijo...

¿Así quién se le va a negar, hombre? :)

Miguel Ángel Maya dijo...

...Ni se lo imagina, mia carissima Ra...
;-)

kika... dijo...

Yo estoy con Ra, si me llamas a gritos, voy. Que te oigo pensar desde aquí, como para no oírte gritar...

;D

besos,
K

Miguel Ángel Maya dijo...

...Gracias, Kika, no esperaba menos de ti jajajaja...
...Besos...