lunes, 21 de junio de 2010

¿Dónde están las historias? (2)



...Una persistente gota ha caído sobre mi router, de ahí que haya estado ausente y no haya podido escribir las crónicas mundialistas que prometí: da igual, hasta ahora sólo Messi me ha emocionado, sólo Argentina ha dado muestra de algo, sólo Argentina parece tener constantes vitales...
...Murió Saramago, y poco después murió Monsiváis, y sentí como la pérdida de alguien cercano, aunque no compartía demasiadas cosas ni con uno ni con otro...






...Tras la muerte de Andrés Montes, y después de que Carolina León me invitara a su programa de radio para hablar de por qué seguimos leyendo cuentos, escribí esta entrada: “¿Dónde están las historias?” ...

...Hoy escribo la segunda parte...





...El jueves llamó mi madre a casa preguntándome si tenía el libro de El Profesor: “ha llamado tu tía Carmina, que se ha armado un revuelo por lo que ha dicho el Paco en el documental ése que han grabado los artistas, ¿tú lo has visto? Es por si puedes escanearle al primo algunas fotos del libro de El Profesor, porque hoy le van a hacer unas preguntas”...




...No, no lo había visto. Lo vi ayer en youtube, y en el minuto 7:10 del vídeo, mi primo Paco cuenta la historia de nuestro bisabuelo Joaquín León Trejo, padre de nuestro abuelo Antonio (arriba, en "el puesto")...
...Hoy Paco León explica un poco más la historia en El País...




...Estuve en Sevilla el mes pasado, y mi padre había escaneado algunas fotos “antiguas” que me traje en un pen-drive, y hacía tiempo que quería hacer una entrada con esta historia...




...Una tarde, hace ahora casi diez años, sonó el teléfono en casa de mi abuelo Antonio. Lo cogí yo: al otro lado, una voz con acento extranjero preguntaba si vivía en esa casa algún descendiente de Joaquín León Trejo, que había sido profesor en Castilleja y fusilado durante la guerra. Y sí, vivía su hijo Antonio León, mi abuelo por parte de madre...
...Todo fue así de casual. Le pasé el teléfono a mi abuelo y habló durante un rato con aquel hombre que parecía haber aparecido de la nada y que, desde Winsconsin, estaba interesado en saber quién fue el padre de mi abuelo...





...Fue así como llegó a nuestra vida El Profesor: Richard J. Barker, "Ricardo" para la familia, profesor de la universidad de Winsconsin, que estaba documentándose para escribir un libro sobre la represión en Castilleja del Campo...
...Días después concertaron una cita: apareció con un bloc de notas y una cámara de fotos, sombrero, a mí me recordó a Hemingway...
...Se puede decir que me enteré gracias a él de todo lo que pasó con el padre y los tíos de mi abuelo en la guerra, él removió un poco esa historia que en mí estaba demasiado vaga o demasiado incierta, y que con ojos de niño yo tampoco supe nunca encajar bien: mi recuerdo de La Abuela Chica se limitaba a esa viejita arrugada vestida de negro a la que mi madre y mis tías llevaban al baño y que siempre estaba sentada en una butaca, en la casa de la Carretera de Su Eminencia: Paco, por ejemplo, recuerda que guardaba el dinero del monopoly en la mesilla, o lo que dice en El País del dinero que mandaban de Estados Unidos, para mí todo eso era demasiado vago y en casa tampoco se habló mucho...
...Ya en la primera entrevista que le hizo a mi abuelo Antonio consiguió que él hablara. Poco a poco, El Profesor, como lo empezó a llamar mi abuela Ana María y, como empezamos a referirnos a él, fue entrando en la familia, sobre todo durante el año pasado, que se instaló en Sevilla para seguir documentándose sobre aquella parte de historia tantas veces camuflada ...





...Mi abuelo sólo una vez me había contado cosas de la guerra, de cómo salió de la fábrica de armamento disfrazado de mujer, o lo de su hermano Pepe, que tuvo la valentía de dejar el trabajo por el teatro tras una guerra y siendo además hijo de republicano fusilado y que después terminó convirtiéndose en payaso de circo. Sólo una vez: cuando cumplí catorce años, comiendo “calentitos” (churros) por la mañana, mientras la abuela Ana María estaba en misa. Lo demás lo he sabido por el libro de Richard Barker, “Ricardo”, El largo trauma de un pueblo andaluz (Editorial Tréveris). Parte de lo que cuenta en ese libro se puede leer aquí... o también aquí...




...Con las fotos antiguas, con mis antepasados, siempre me pongo a pensar en las circunstancias y azares que tuvieron que ver para que tuvieran hijos y para que esos hijos tuvieran otros hijos y así hasta llegar a mí en una conjunción de astros y mecánicas corporales y fisiológicas que a mí me apasionan...

...Quizás en ese misterio azaroso de la vida vivan agazapadas tantas historias como en el Big-Bang...

...Quién sabe...



Miguel Ángel Maya
Madrid, 20 a 21 de junio, 2010

21 comentarios:

RaRo dijo...

me parece que tú tienes muchas historias que contar...

Ra dijo...

El vello de punta, caballero.

Reb dijo...

fascinante...

Carolink dijo...

Primo, un blog que a lo mejor te gusta. http://fanaticosdelvodka.blogspot.com/
Y el otro día "estaba que lo odiaba todo" pero sigo opinando lo mismo sobre el mundial. Te contestaré oportunamente, porque entiendo tu pasión pero mi pasión se me enfría en cuanto me rodea, me asfixia el fanatismo, la mascarada, y el negocio en que se visten estos acontecimientos. Beso.

kika... dijo...

Emocionante.

Y en estos días de Messi y de Villa y tal... necesario.

Y no es que me meta con el fútbol.

besos
K

Miguel Ángel Maya dijo...

...Gracias, RaRo, y bienvenida. Hacía tiempo que te seguía "en secreto" por el blog de Larita...
...Si te doy la impresión de tener muchas historias que contar igual es verdad...
...Un abrazo...

Miguel Ángel Maya dijo...

...Me ruboriza usted con su vello de punta, señorita...

Miguel Ángel Maya dijo...

...Rebe: ;-)...

Miguel Ángel Maya dijo...

...Prima, sobre el mundial hablaremos largo y tendido, espero, si no es aquí será en el sur, aunque ahora que lo pienso, podría ser aquí, en el sur jajaja...

Miguel Ángel Maya dijo...

...Kika, me gusta cuando apareces por aquí...
...Yo, con un ojo veo a Messi, a Villa y tal, y con el otro busco más allá de lo que veo...
...No sé si es lo que hay que hacer, pero es lo que yo hago...
...Besos...

lu dijo...

Qué bueno que la historia de tu gente esté tan documentada, Migue. No dejo de darle vueltas a hacer algo con la abuela del Koloke, al menos grabarla, antes de que sus recuerdos se vayan con ella. Tenía 11 años cuando los franquistas entraron a saco en Málaga y se acuerda perfectamente de las canalladas que tuvo que ver, sobre todo de los fusilamientos nocturnos en el muro del cementerio, del cruel racionamiento y de la horrible huída a pie hacia Almería.
¿Sabes? Mis abuelos también vivían en la Carretera Su Eminencia, en una casa que construyó mi padre con mi abuelo Pepe.
Me encanta la foto de tu abuelo Antonio en "el puesto". ¿Despachaba por la ventana? Me trae unos recuerdos que me derrito de nostalgia, en serio, regresión total.
Muchos besos, Migue, espero que se haga justicia pronto y que no os preguntéis hasta cuándo mucho más. Ya está bien.

Miguel Ángel Maya dijo...

...Gracias, Lu...
...Sí, lo curioso es que esté documentada por la casualidad y el empeño de El Profesor...
...Lo dramático de la guerra, más allá de las consecuencias o causas políticas, fue el modo en que la mezquindad humana campó a sus anchas: todo el mundo, de un bando y de otro, sufrió esas "canalladas" por culpa de esa mezquindad: a mi bisabuelo lo acusó un ex alumno, y probablemente fue para él como un juego: éste también, sin pensar mucho lo que significa terminar con una vida...
...Si tus abuelos vivían en la Carretera Su Eminencia seguro que eran vecinos de mis abuelos: no sé si te suena la Venta La Primera y el vivero que había al lado: pues ahí vivían mis abuelos y en ese surrealista lugar pasaba los veranos. Si me dices quiénes son tus abuelos seguro que mi abuelo y mi madre los conoce...
...Bueno, el puesto lo tuvo hasta hace poco. Sí, despachaba por la ventana. El producto estrella era la "Borcita Luisma, a 50 céntimos", la promocionaba con una foto de mi primo Paco comiéndose una piruleta y un bocadillo que decía: "El Luisma no es tonto" jajaja...
...Te escribo cuando llegue a Sevilla...
...Un abrazo grande...

lu dijo...

Tu abuelo es un maestro, Migue, qué arte. Sí que recuerdo esa venta y el vivero. Mis abuelos se llamaban Pepe y Luisa, vivían en la calle Gustavo Doré con mi tía Marga.
¿Vienes a Sevilla o qué? Esas cervezas...
Besos y abrazos!

Miguel Ángel Maya dijo...

...Pepe y Luisa, le preguntaré a mi madre...
...Sí, en breve estaré por allí, ya te llamaré...

Anónimo dijo...

Me llamo Maricel Usano. Nací en Valencia en 1938, hija de Manuel Usano, médico valenciano y madre nacida en la Argentina pero de padres alicantinos. Por supuesto, todos republicanos. Cuando acabó la guerra nos refugiamos en Francia. Vivimoe en Burdeos y luego en la Caserne des Pompiers de Toulouse y en 1940, cuando los alemanes entraban en París, zarpamos desde Marsella en el vapor "Commissaire Ramel" con rumbo a Panamá y destino Colombia. En 1953 nos trasladamos a los Estados Unidos y allí vivimos en Yonkers, New York hasta sept.1962 que regresamos a España. En Yonkers, mis padres eran muy amigos de Paco León Trejo y de su mujer, Carmen. Vivían en una enorme casa antigua de tres pisos y sótano cerca del río Hudson. Paco tenía una gran afición por las subastas de enseres de casas antiguas y por lo tanto había reunido preciosos muebles, objetos, tapices, alfombras, lámparas y libros. Sobre todo libros. La casa parecía un museo. En una de las salas de la planta baja tenían una magnífica biblioteca que cubría de arriba abajo las cuatro paredes y en el centro había un atril enorme. En otra habitación,"el salón rosa" (porque los muebles estilo Luis XV estaban tapizados de rosa) reunía toda su colección de libros en francés. ¡La de horas que he pasado leyendo en alguna de las dos salas! Paco siempre llevaba una corbata negra y brazalete de luto que había jurado no quitarse hasta que se muriera Franco. Aunque era ingeniero, trabajaba como traductor. Tenía varios hijos mayores que yo --muy guapos, por cierto-- que no vivían con ellos. Creo que vivían en otro estado de los USA. Recuerdo alguno de sus nombres: Alejandro, Gonzalo y, creo, Fernando. También tenían una nieta que ahora tendrá algo más de 60 años y un nieto más pequeño que era muy alérgico a los gatos (tenían varios)y se ponía muy enfermo siempre que visitaba a sus abuelos.
Cuando regresamos a España en 1962, visitamos en Madrid a una familia de apellido León que creo recordar que eran familiares suyos. Puede que incluso uno de ellos fuera poeta. No sé si mis padres mantuvieron contacto con ellos. Supongo que sí, pero no lo recuerdo. Mis padres ya han muerto, pero mi hermana Mireya y yo recordamos a Carmen y a Paco con muchísimo cariño.

Anónimo dijo...

Me llamo Maricel Usano. Nací en Valencia en 1938, hija de Manuel Usano, médico valenciano y madre nacida en la Argentina pero de padres alicantinos. Por supuesto, todos republicanos. Cuando acabó la guerra nos refugiamos en Francia. Vivimoe en Burdeos y luego en la Caserne des Pompiers de Toulouse y en 1940, cuando los alemanes entraban en París, zarpamos desde Marsella en el vapor "Commissaire Ramel" con rumbo a Panamá y destino Colombia. En 1953 nos trasladamos a los Estados Unidos y allí vivimos en Yonkers, New York hasta sept.1962 que regresamos a España. En Yonkers, mis padres eran muy amigos de Paco León Trejo y de su mujer, Carmen. Vivían en una enorme casa antigua de tres pisos y sótano cerca del río Hudson. Paco tenía una gran afición por las subastas de enseres de casas antiguas y por lo tanto había reunido preciosos muebles, objetos, tapices, alfombras, lámparas y libros. Sobre todo libros. La casa parecía un museo. En una de las salas de la planta baja tenían una magnífica biblioteca que cubría de arriba abajo las cuatro paredes y en el centro había un atril enorme. En otra habitación,"el salón rosa" (porque los muebles estilo Luis XV estaban tapizados de rosa) reunía toda su colección de libros en francés. ¡La de horas que he pasado leyendo en alguna de las dos salas! Paco siempre llevaba una corbata negra y brazalete de luto que había jurado no quitarse hasta que se muriera Franco. Aunque era ingeniero, trabajaba como traductor. Tenía varios hijos mayores que yo --muy guapos, por cierto-- que no vivían con ellos. Creo que vivían en otro estado de los USA. Recuerdo alguno de sus nombres: Alejandro, Gonzalo y, creo, Fernando. También tenían una nieta que ahora tendrá algo más de 60 años y un nieto más pequeño que era muy alérgico a los gatos (tenían varios)y se ponía muy enfermo siempre que visitaba a sus abuelos.

Anónimo dijo...

(Sigue)Cuando regresamos a España en 1962, visitamos en Madrid a una familia de apellido León que creo recordar que eran familiares suyos. Puede que incluso uno de ellos fuera poeta. No sé si mis padres mantuvieron contacto con ellos. Supongo que sí, pero no lo recuerdo. Mis padres ya han muerto, pero mi hermana Mireya y yo recordamos a Carmen y a Paco con muchísimo cariño y nos emocionó mucho el testimonio de Paco León en el video "Contra la impunidad".email: maricelusano@hotmail.com

M

Miguel Ángel Maya dijo...

...Maricel, lo que cuentas es realmente emocionante. Me parece increíble cómo puedes haber llegado hasta esta entrada y la casualidad que cuentas: acabo de enseñárselo a mis padres...
...En estos días prometo escribirte...
...Un abrazo enorme...

Anónimo dijo...

Hola, me llamo Tania Izquierdo. Mi abuela se llamaba Consuelo Sarmiento León, y mi bisabuela Ángeles León Trejo, nació en el Puerto de Santa María sobre 1882. Sabría decirme si estaban emparentadas con los protagonistas de esta historia? Siempre he oido cosas en casa sobre la parte republicana de mi familia y estoy intentando hacer un arbol genealógico, parece que al fin he encontrado algo. Gracias.

Anónimo dijo...

Ah bueno olvidé comentar que tanto mi abuela como mi madre como yo nacimos en Sevilla, aunque hace muchos años que vivimos en Madrid. Gracias por su ayuda y un saludo.

Miguel Ángel Maya dijo...

Hola, Tania:
Gracias por escribir. He encontrado tu comentario por casualidad, porque ésta es una entrada algo antigua.
La verdad es que tendría que preguntarle a mi abuelo o a mi madre (que más o menos tiene cierta idea del árbol genealógico de la familia) si tu abuela y bisabuela tienen algo que ver con mi bisabuelo. El caso es que me suenan ambos nombres (aunque también puede ser por el León y el León Trejo, claro).
Te propongo que me escribas al email: mangelmaya@gmail.com, y me pases alguno tuyo donde pueda contactarte en cuanto vuelva a Sevilla y les pregunte (ahora estoy en Madrid).
Un saludo!