...Pero, de pronto, el tiempo escribe en el cielo con flamígera tizona esta palabra: HOY.
Es decir, final de época. Destrucción de imperios. Nacimiento de horrores. Guerra. Cifra astronómica en los presupuestos. Europa barrida por un simún de fuego. Hitler convertido en sinónimo del Anticristo. ¡Hoy!
¿Concibe usted que exista hoy un hombre capaz de divertir la gota de rocío que es su insignificante alma con la redacción amañada de un diario íntimo? No.
Este de hoy es el momento de la clausura de los diarios íntimos. Ya no existe intimidad en la vida lastimada de los hombres. A eso quería llegar. Los seres humanos están viviendo de prestado; los cimientos de piedra se han convertido en cimientos de arena; el pavimento tiembla bajo los pies del asesino como bajo la figura del ultimado; el mañana ha sido borrado de la posibilidad. Esta es la hora en que el ladrón y el homicida pueden levantar sus atroces rostros lívidos y, deslizándose entre la gente, gritar a los siete vientos:
-¡Por fin podré ser canalla a mi entero gusto! ¡Por fin mi odio será cotizado! ¡Por fin mi fracaso se convierte en triunfo!
Pesada como la tabla de un ataúd sobre el muerto, ha caído la telaraña del diario íntimo. El delicioso idiota se despierta en medio del naufragio. Sus brazos deben buscar ahora la tabla de salvación.
3 de julio de 1940.
Roberto Arlt, "Aguafuertes Porteñas: cultura y política", Losada.
Miguel Ángel Maya.
Madrid, 3 febrero 2009.
martes, 3 de febrero de 2009
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