Mostrando entradas con la etiqueta osvaldo lamborghini. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta osvaldo lamborghini. Mostrar todas las entradas

viernes, 14 de diciembre de 2012

Y REBECA B.



Escribir una novela.
Ya lo sabemos todo acerca de la peligrosidad de los hombres, parecemos señoritas del siglo pasado, porque ha pasado un siglo desde que... Ánimo, han pasado varios siglos desde que... Ahora es una simple historia de pequeño hampón. Cuánto tardará en delatar, en fin, hasta eso es previsible, si se manejan ciertos datos. El universal “sabor amargo” en la boca nada tiene que ver con el Sabor. Es la boca, toda boca.
Durante algunos momentos, porque hubo (hubo que creer) “algunos momentos”. Cambiar de táctica, para no correr el riesgo. Cuidado, esa especie podría darse cuenta. Lo cual parecería raro, tanto, que incluso no se profetiza “Nunca se dará cuenta” porque la profecía sonaría como algo imbécil. Aunque tampoco (uf, qué lío las palabras) porque si tiene el carácter de “muy” ya no pertenece a este mundo, que ni siquiera logra ser “muy” poco. Pero si se dijera “la gente igual imagina”, fácil me vería refutado. En paz también sobre este tema: ya alguien –muy importante, un verdadero genio y no un maniático (ahora hablaba de mí) ya lo dijo, si bien murió (de fracaso, como todo el mundo) por intentar hacerse entender (como todo el mundo).
Escribir una novela.
Luego desentenderse. Escribir una novela en las últimas décadas de este siglo, aunque ya surgió una complicación que nos deja perplejos. Algunos sabios de EE.UU. y la Unión Soviética, apoyados en la teoría de la relatividad, ya hablan de un “pliegue” matemático –no se exciten, ni me pregunten acerca del “pliegue” porque no podría explicarlo, aunque no me negaría a aproximar a quien le interese una bibliografía seria. Distraídos, o “plegados” por el tema bibliográfico, olvidamos lo principal: algunos sabios niegan que haya existido un siglo XX. Siento la tentación de creerlo. Pero, cuidado, la mía es una creencia interesada. Tengo 43 años y he merodeado, vagado mucho por ahí. Bueno, nada absolutamente nada. Personalmente me convendría que el pliegue, como un decorado teatral, de pronto hiciera desaparecer, gracias a su simple traslado de los utileros, además de todo un reino como sucede a diario en los escenarios.
Escribir una novela.
Que todo un siglo desapareciera, matemáticamente plegado.

Osvaldo Lamborghini, Tadeys

P.D. El dibujo es de Ana Maya

Miguel Ángel Maya
14 de diciembre de 2012

*