Me da pena pensar que algún día querré ver de nuevo este espacio,
tornar a este instante.
Me da pena soñarme rompiendo mis alas
contra muros que se alzan e impiden que pueda volver a encontrarme.
Estas ramas en flor que palpitan y rompen alegres
la apariencia tranquila del aire,
esas olas que mojan mis pies de crujiente hermosura,
el muchacho que guarda en su frente la luz de la tarde,
ese blanco pañuelo caído tal vez de unas manos,
cuando ya no esperaban que un beso de amor las rozase...
la apariencia tranquila del aire,
esas olas que mojan mis pies de crujiente hermosura,
el muchacho que guarda en su frente la luz de la tarde,
ese blanco pañuelo caído tal vez de unas manos,
cuando ya no esperaban que un beso de amor las rozase...
Me da pena mirar estas cosas, querer estas cosas,
guardar estas cosas. Me da pena soñarme volviendo a buscarlas, volviendo a buscarme,
poblando otra tarde como esta de ramas que guardé en mi alma,
aprendiendo en mí mismo que un sueño no puede volver otra vez a soñarse.
guardar estas cosas. Me da pena soñarme volviendo a buscarlas, volviendo a buscarme,
poblando otra tarde como esta de ramas que guardé en mi alma,
aprendiendo en mí mismo que un sueño no puede volver otra vez a soñarse.
José Hierro, "Luz de tarde", de Alegría
Miguel Ángel Maya
22 de mayo de 2014
Miguel Ángel Maya
22 de mayo de 2014
* * *
2 comentarios:
Marilyn está a punto de montar sobre el espinazo de don Arthur Miller. ¿Qué tendría ella tan valioso que hizo posible que un espécimen tan elaborado del pueblo errante se le ofreciera como vulgar cabalgadura?
Sentir el calor de los muslos de Marilyn ciñéndole las costillas debió de ser una experiencia turbadora... Pero tratándose del intelectual judío -que no obraba a humo de pajas (con perdón)- aquella sumisa disposición suya debió de tener un significado simbólico... Se me ocurre que pensó algo así: "Bella y desdichada mujer, a quien montó tanto zafio prepotente: móntame a mí, que soy un intelectual de campanillas; y al hacerlo, quedarás dignificada".
Creo que esa fue la intención de Arthur Miller.
PD.- Ahora me voy a acercar a las urnas y voy a votar. No soy un insensato de los que dicen que pa qué.
...Quizás tenga razón en su aventuranza del inconsciente monólogo de Monsieur Miller. También puede ser que a Miller no le importase mayormente la calaña de los anteriores amantes de su frágil e inestable compañera. Quizás se dejaba llevar sin más por los bellos momentos más allá de zozobras y huracanes...
Salud
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