...Cuando leí la expresión de Caballero Bonald reivindicando "la poesía frente a los desahucios de la razón" en el discurso de aceptación del Cervantes supe que el ser humano había tocado verdaderamente fondo...
...No se me ocurre nada más oportunista, ni un juego más perverso y más tramposo con el lenguaje. No se me ocurre nada más mezquino ni dicho en un contexto peor: un discurso institucional frente a la familia real, por ejemplo, esa familia real que es una metáfora de lo que es este país, con una infanta que dice que enseñarle a un juez su declaración de la renta es una violación de su intimidad, cuando a mí me han pedido la declaración de la renta casi para cualquier puto trámite que he necesitado hacer, cuando cualquier funcionario de tres al cuarto conoce mis datos fiscales casi para cualquiera de mis movimientos; con una institución cuya propia naturaleza confunde sus actividades públicas con las privadas, por definición. No se me ocurre un discurso más de trilero de aceptación de un premio institucional; no se me ocurre nada más demagógico, nada más miserable, por su apariencia de radicalidad ideológica, que esas palabras vacías y planas, que esa malditas palabras domesticadas y serviles, esas palabras tan de aplauso fácil, tan previsibles, tan poco originales, tan falsas, tan hipócritas; no se me ocurren unas palabras que hagan más flaco favor a la desesperación cada vez más fuerte, menos latente, menos oculta, menos celada...
...Mi desesperanza, de la que sólo me salvan tus labios, reside ahí: la consciencia de estar entre la espada y la pared. Cuando pienso que los míos deberían ser estos (Caballero Bonald, por ejemplo) me dan ganas de llorar, me dan ganas de armarme, me dan ganas de bajar la guardia, me dan ganas de romper la baraja, me dan ganas de desertar del planeta...
...El desahucio de la razón y la poesía, en este contexto, son basura son palabras vacías, son animales domésticos, desesperación, desierto, son nada, son pan y circo para hoy, son la mano del poder pasadas por el lomo diciendo "buen chico" después de que el perro le lleve la presa al amo...
...Pero dan para un discurso de aceptación de un Premio Cervantes, dan para una comida con el rey y su particular, siniestra y antipática Familia Monster cuyos propagandísticos vasallos no dejan de recordarnos lo mucho que hizo este señor el 23-F, dan para jugar con dos barajas, dan para un aplauso unánime y fácil, dan para seguir prolongando esta mierda todavía un poquito más...
Miguel Ángel Maya
26 de abril de 2013
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9 comentarios:
Totalmente de acuerdo. La peor trampa con la lengua es la que hace quien de la lengua vive.
Pero ya sabes que como soy poeta no me gusta una mierda lo que escriben los demás. Y menos sus discursos.
Un beso de labios que no salvan,
K
...Totalmente de acuerdo con ud...
...Y si damos por hecho que las lenguas no salvan (por tramposas, porque hay gente que vive de ellas, en fin...), si tampoco salvan los labios, apaguemos y vayámonos, Doña Kika...
;-)
Se hace lo que se puede. Con los labios, digo.
A mí sí me salvan las lenguas de los que escojo para que me acompañen, aunque sus huesos sean ya menos que polvo.
Pero será porque me gusta estar solo.
...Nan, lo que dices es precioso (y, en mi caso, autobiográfico)...
;-)
yo estoy en contra de todo lo que oficie la Familia Monster, que qué sabrá de poesía
algo así como para retirarle la mano en pleno acto
...Malditos Monsters... :-p
Lo de "cualquier funcionario de tres al cuarto" parece una frase de la monarquía.
...No entiendo bien en qué sentido "cualquier funcionario de tres al cuarto" parece una frase de la monarquía...
...En todo caso, lo que he querido decir es que a mí (como a cualquiera) me han pedido a lo largo de mi vida los datos fiscales constantemente, y no lo han hecho a la luz de un posible delito, sino para los trámites más anodinos e insignificantes donde, en muchos casos, sí he considerado que se vulneraba mi intimidad. Por ello me resulta sorprendente que la infanta considere que dar sus datos fiscales a un señor que está intentando dilucidar un delito bastante importante vulnera su intimidad...
...Los trámites anodinos e insignificantes los suelen realizar funcionarios de perfil más bajo, mientras las cosas gordas, las realizan los altos funcionarios. Lo de tres al cuarto no iba con desprecio hacia ningún funcionario de bajo perfil, por supuesto, sino para resaltar de forma algo esperpéntica que cualquier pelagatos conoce los datos fiscales de un pelagatos como yo...
...Igual, es cierto, debí decir pelagatos. Qué sé yo...
...En todo caso, sigo sin entender qué tiene de monárquico lo de tres al cuarto...
:-)
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