...Hoy te he deseado. Mis ojos rojos, mi tristeza, mi alcohol. Hoy te he deseado y has desaparecido. Me has dado ganas de llorar. De madrugada vi cómo ardía una papelera y cómo un taxi se perdía y me dejaba solo. De madrugada alguien se fue lamiendo todo. Alguien estaba completamente solo y perdido, como en la canción de Vinicio Capossela que dice "sognar che stiamo noi due soli e nel mare aperto". Hoy te he rezado mientras nos masturbábamos en una carretera perdida de Ostia. Hoy me habría subido al coche y me habría ido al mar a finiquitar una botella de vino o a asesinarte definitivamente. Supongo, le susurro ahora a tu biografía enorme y pesada, supongo que me identifiqué con la desesperación con la que sucumbiste al mundo. Hoy te he deseado, pero se me ha olvidado rezarte. Ya no creo en mí, ni en ti, ni en nada. Sólo espero, y fumo, y escribo, y me pierdo, como hacías tú, como huías tú...
Miguel Ángel Maya
7 de abril de 2013
*
3 comentarios:
Qué bonita sorpresa encontrarte en el periódico...aquí al otro lado del mar.
...¿En el periódico? No sabía... ¿En cuál?...
(¿o le hablaba usted a Pasolini?)
Publicar un comentario