jueves, 21 de febrero de 2013

APERITIVO CON REBECA B.



...Me dicen que los libros han salido de la imprenta. Hay pues ahora un polígono industrial donde hay unas cajas cerradas dentro de las cuales están las historias de El hombre que decía haber salvado a Rebeca B. Es raro. Los libros son objetos misteriosos. Son objetos misteriosos que no tienen el más mínimo sentido en la oscuridad...
...Es ahora cuando empiezo a pensar en el otro lado del libro: las circunstancias en las que se lee, quién lo lee, quién lo lleva en el bolso, quién lo abre dónde, qué biografías hay detrás, qué pupilas, qué encuentra o qué busca, quién busca o encuentra, a quién desilusiona, a quién apasiona, a quien aburre...
...Lo que uno escribe sin afeitar, con pantuflas y manías, con qué pantuflas y manías se lee...
...En fin, ya se puede adquirir El hombre que decía haber salvado a Rebeca B. aquí mismo, a la espera de su desembarco en las librerías y sus acrobacias en el trapecio...

Miguel Ángel Maya
21 de febrero de 2013

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6 comentarios:

Arp dijo...

Migue, lo estoy viendo. Para bajar a la ciudad subterránea de Saint Simons, ponemos una escalera de caracol estilo M.C. Escher. Para las criptas, calabozos y salas de tortura, nos basamos en ciertos grabados de Piranesi que tengo en casa. Algunas arquitecturas surrealista podrían salir de grabados míos (no es coña, soy del oficio). Estoy pensando en cierta catedral gótica que dibujé construyéndola al revés, empezando por la aguja hincada en tierra.
En lugar de ir al modelo "Metrópolis" (futurismo de pacotilla), estaría bien el estilo retro o post-apocalíptico, con sus suburbios achatarrados y sus tinglados de hierro y cristales rotos. Pensando en esto, evoco las primeras ediciones de las novelas de Verne...
Será por deformación profesional, pero creo que no estarían nada mal unos grabados sugerentes para tu novela.
Ni que decir tiene que te deseo el éxito que te mereces, hermano.

David J. Calzado dijo...

Saquearé todos los polígonos sevillanos en mi deambular tras el taconeo de Rebeca. Quiero ese libro entre mis garras.

Miguel Ángel Maya dijo...

...Sí, yo veía lo de los grabados, no crea; no así lo de la escalera de caracol para bajar a Saint Simons: en el libro se accede a través de accesos perfectamente iluminados al principio, y después a través de la maleza...
...Debo decirle que a lo de los grabados se opusieron los editores por esa máxima que tienen ellos de que hay que gastarse lo mínimo y recaudar lo máximo (si está usted en el negocio sabrá de lo que le hablo) de modo que la única ilustración con la que permitieron vestir a Rebeca fue la que lleva la portada y la contraportada, ambas de la pintora Ana Maya, que es tan artista como hermana mía...
...No tema, estoy perpretando un nuevo libro, y este sí, llevará grabados...
...Gracias por sus buenos augurios...
:-)

Miguel Ángel Maya dijo...

...Ay, Don David, la verdad es que no me lo imagino a usted cubriendo su cabeza con una media, revólver en mano, saqueando polígonos industriales siguiendo el taconeo de una pobre trapecista herida (pero tampoco me imaginaba al Milan metiéndole dos goles al Barça o a Rajoy presidiendo el gobierno, y mire usted)...
...De todas formas, apenas tenga los ejemplares que me corresponden, igual podemos evitar que el código penal se ensañe con usted, ahora que está en la flor de la vida y sus alumnos le adoran...
;-)

Arp dijo...

Es curioso: dices "perpetrar".
Hace años, hice un "libro de artista" (obra gráfica); "Libro negro" lo titulé. Pues bien, al pie de la última página escribí: "Perpetrose este libro en el año de gracia de 199...."
El verbo tiene plena actualidad: aquí se está perpetrando demasiado. Hasta que la guillotina ponga las cosas en su sitio. Y las cabezas en su cesto. Y que yo lo vea. Y tú. Y Calzado.

Miguel Ángel Maya dijo...

...El verbo "perpetrar" es uno de mis preferidos...
...Totalmente de acuerdo con lo de la guillotina: cabezas en su cesto y que todos lo veamos...
...(con nuestras barbas a remojar, por si acaso)...
;-)