domingo, 22 de julio de 2012

LIKE A RIVER DOES




 ...Rodar una película a pleno sol, con sangre artificial, con latidos artificiales. Rodar cine con marcianos y con efectos especiales y rendirte con una bandera blanca y un contrabajo y abrir una cerveza, arrojar a la basura el dolor de garganta, sentarte al piano, y mirar tu espalda y tus manos sobre las teclas. Tus manos sobre las teclas y el río que fluye en una ristra de palabras empapadas o ahogándose sin importancia...

...He perdido la mayoría de las fotos de París en las que sale el rostro de V., he perdido el revólver con el que maté a V. y a la vez he soñado que sepulté a V. en una pieza de Ástor Piazzolla y me fui corriendo para huir de la escena del crimen...





...Ya casi nunca lloro por lo que no dije o por lo que malentendí. Ni siquiera lloro por el devenir del mundo o la ruina del país. Ahora casi todo me da igual y sólo me hacen llorar los fotogramas, la crueldad y la música, las escenas finales con beso o con despedida. Ahora me encomiendo al papel secante, al desperezarse de los días, a los adoquines, a los lavados de los gatos, a las colas enloquecidas de los perros contentos, a los labios que voy olvidando como buenamente puedo mientras nado piscinas azules y el sol calienta mi nuca y mientras termino el guión y preparo el rodaje para que septiembre y el otoño me sea leve...




Miguel Ángel Maya
Sevilla, 22 de julio de 2012

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