...Como decían Homero y Virgilio Espósito, creo, cuando volvían al sur (al suyo, con su hormiguero), y la luna se les volvía inmensa y el cielo estaba al revés (y además, añado yo, los remolinos de agua van en sentido contrario)...
...Tomé un tren, de nuevo, que me trajo al sur. Esta vez me han invitado a un libro-fórum sobre "Últimas 2 horas y 58 minutos" en la Universidad de Huelva. Me hace ilusión. No sé en qué va a consistir exactamente, pero, como alguna vez dije aquí, no deja de sorprenderme que un libro que uno escribe en su casa, sin afeitar, con sus pantuflas y sus miserias, con música, con todas las trampas y mezquindades del mundo, pero también con toda la honestidad y la grandeza de la que es capaz, después pueda llegar a los sitios más insospechados. Por ejemplo, un día me enteré por google que "Últimas 2 horas y 58 minutos" está en una biblioteca de Tromsø, que es una ciudad de Noruega que está más allá del Círculo Polar, y también me lo encontré en una librería de Londres...
...A mí los trenes siempre me parecieron animales mitológicos sólo superados por otros animales más mitológicos aún, los barcos...
...Se avecina un cambio de piel, lo sé, como ese cambio de guardia que canta Bob Dylan en Street Legal...
Miguel Ángel Maya
Sevilla, 5 o 6 de mayo 2009
miércoles, 6 de mayo de 2009
Inmensa luna, cielo al revés
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8 comentarios:
Miguel disfruto tu cambio de piel, detrás de tu nuevo El seguro hay alguien en plenitud creadora. Buen día, curiosamente para mí aún es medianoche, literal y metafórica...
Busco el tiempo para enviarte completo el cuento de Verde verde...
Has expresado una idea en la que he insistido muchas veces.
No he escrito libros ni nada de eso, pero durante 20 años fui traductor de libros, casi todos de esos libros-basura que haces rápido y te dan de comer. Pero un par de veces al año, me concedía un libro bueno y trabajado. Como es natural, siempre quise que mi pareja los leyera. ¡Imposible! Una vez, vino de la calle diciendo "¡mira qué libro he comprado!", con ganas de empezar a leerlo. La llevé con paciencia a la librería del estudio y se lo enseñé: estaba entre los libros escogidos traducidos por mí. Se desinfló y no lo leyó.
Como me dijo un día, "cuando ves a un tipo que se levanta por las mañanas y va en calzoncillos a mear, rascándose una nalga por debajo del calzoncillo, no te parece que pueda crear algo bueno".
Así son las cosas. Debe ser distinto si ya eres escritor o pintor o músico y alguien se enamora de ti.
¡¡¿En Noruega dices?!! Muchacho, te has ganado el derecho a rascarte una nalga y mantener un aura de creador.
Zapatitos colgando de un tendal; espacio-tiempo; sur; dos horas y 58 minutos en una foto, conversación, mirada, trayecto...
¿Qué día es? ¿Dónde? Dime, que aviso a las onubenses fans.
Hola Miguel Angel: gracias por tu comentario al hilo de las editoriales, que he puesto a disposición del resto de los integrantes del grupo de Megustaescribir, porque no tiene desperdicio.
Con relación al último número de Eñe, en efecto era para mal mi visión de los textos allí vertidos. Es curioso, pero el tuyo se libró de mi "quema" particular. Al menos hay una historia con sus conflictos y todos sus pormenores; me ha gustado, sólo me queda la duda del resultado final tan abierto - a mi entender -que no me queda claro, si los personajes se salen del celuloide o simplemente lo piensan, pero no cabe duda que tiene aliño suficente para ser interesante.
Me alegra que andes por el Sur y me gustaría que me dijeses si vas a estar por Sevilla, me gustaría comentar algunas cosas contigo.
Un saludo
...Muchísimas gracias por visitar este lugar y por vuestros comentarios. Querida Kerala, el cabio de piel que ya venía presintiendo desde hace tiempo empieza porque voy a cambiar de casa de aquí a un mes. Cambiar de casa es siempre un reto. Mi asidua portinari, gracias por tu contribución. Larita, ya hablamos ayer, y ya fue :-(...
...Curiosamente, los comentarios de Nan y de Arruillo tienen un punto de contacto interesante, por eso me gustaría detenerme en ellos...
(comentario compartido con el blog de Nano)
...Querido Nano: tu comentario ha sido interesante y agudo. Rafael Reig, que es un tipo con quien no siempre estoy de acuerdo pero que desmitifica como pocos el acto de escribir, dice que la literatura es algo que hace un tío en pijama y pantuflas para que luego lo lea otro en la misma situación. Cómo tomarse tan en serio a los escritores. Basta imaginarte al Señor Vila-Matas escribiendo en gayumbos para que se te caiga el mito de escritor serio, grave, solemne e imprescindible que él mismo se ha construido…
…Sí, tienes razón, al final, las personas que más cerca están de ti son aquellas que cargan, no sólo con el lamentable estado de uno por la mañana, meando en calzoncillos y rascándose la nalga, sino con las inseguridades y frustraciones, los cambios de humor, las preguntas continuadas, “¿y si pongo que el protagonista muere?, ¿y si escribo esto?, ¿qué te parece si en vez de tal cosa escribo tal otra?, ¿pero te ha gustado de verdad o crees que te ha gustado porque estás enamorada de mi?”…
…La parte pública de la literatura, que debería ser cuando se “publica” (no en sentido editorial, sino en sentido etimológico: cuando se hace público un escrito), es la parte más efímera pero también la más glamourosa. Cuando se publica el texto parece que nunca vienen a importunarnos todas esas frustraciones que arrastramos durante años, y que sólo es válido lo que se ve, lo que está ahí, cada una de las palabras que, sólo quienes están más cerca de nosotros, saben lo mucho que nos han costado. Sólo ellos saben que esas doscientas páginas no son más que los restos de nuestra batalla feroz durante años con nuestra Moby Dick particular…
…Un abrazo…
(comentario compartido con el blog de Arruillo)
Querido Arruillo:
muchas por el comentario. Quería decirte que, en el comentario que dejé sobre las editoriales, yo, obviamente estaba pensando en las editoriales pequeñas, esas que viven precisamente de sacar los manuscritos de gente desconocida que les llega. No pensaba en Planeta o Alfaguara, que son emporios que van sobre seguro, arriesgan mucho menos y además de la parte editorial controlan empresas de atún, productoras audiovisuales, cadenas de televisión, y un largo etcétera. Me refería a esas editoriales como Lengua de Trapo o Editorial 451 cuya existencia se debe a la publicación de manuscritos de gente desconocida que les llegan. Es decir, al hecho de que un tipo de Albacete escriba una novela con toda su alma, la mande por email o por correo y espere la respuesta del departamento de lectura. En esas editoriales, que pagan anticipos irrisorios y que se mueven en las tiradas de mil quinientos o dos mil ejemplares, y cuya media de venta son seiscientos ejemplares, es mucho más fácil, pero mucho más fácil de lo que uno piensa, publicar. ¿Por qué? Porque el nivel literario de los montones de manuscritos que llegan es realmente bajo. Te pongo un ejemplo, el departamento de lectura de Lengua de Trapo está compuesto por gente joven con muy buena cultura literaria. Es gente que ha leído mucho, la mayoría son filólogos, con post-grados, les gusta mucho, pero mucho la literatura, es decir, hacen su trabajo por vocación y no sólo por el dinero a fin de mes, entonces frustra muchísimo que de los doscientos libros que llegan en un mes a la editorial, casi la mitad, lo hayan escrito autores que de forma evidente sólo han leído a Zafón, o a Boris Izaguirre o, como mucho, a Pérez Reverte. Te hablo de Lengua de Trapo, que es una editorial particular, con una línea editorial más original, irreverente, donde tienen entrada libros o historias que en muchas otras editoriales más “conservadoras” ni siquiera considerarían su publicación. Imagínate si ese porcentaje no se duplica en Planeta o Alfaguara, que es donde todo el mundo manda su manuscrito después de haber escrito un libro como reacción a la lectura de “La sombra del viento”. Es triste, pero ese y no otro es el panorama. En fin. También hay que tener en cuenta que un editor (sigo hablando de las editoriales pequeñas) es un tipo al que le apasiona la literatura pero, a la vez, tiene que cuadrar las cuentas. De toda la cadena editorial, sólo el escritor va a seguir escribiendo pase lo que pase, publique o no publique. Ni el editor, ni el agente, ni el distribuidor, ni las demás rémoras, harán su trabajo si no es por dinero…
…Respecto a lo de EÑE. Muchas veces (y esto no es por justificarlo) las antologías dejan bastante que desear. Los escritores profesionales suelen estar ocupados haciendo “bolos”, por lo tanto, si los de EÑE contactan a un tipo y le piden un relato sobre cine por trescientos euros, entre viajes, conferencias y tertulias de radio, escribirá algo para salir del paso. En mi caso concreto, los de EÑE me contactaron, no para pedirme un relato, sino para que yo se lo pidiera a Alessandro Baricco y tradujera lo que él me mandara. Hablé con la representante en España del señor Baricco, que estaba en un lugar desconocido de Italia, aislado, escribiendo su próxima novela. Yo le dije con sorna que bastaba que mirara en su disco duro. Luego me enteré que el número de EÑE iba sobre cine. Como yo tenía un par de relatos sobre cine ya escritor, y ante mi manifiesto fracaso a la hora de hacer que Baricco participara en EÑE, les ofrecí los dos relatos por si les gustaba alguno. Les gustó “Plano secuencia” y lo publicaron…
…En cuanto a lo del sur, sí, estoy en Sevilla pero me voy mañana. Ha sido una visita muy relámpago. La próxima vez que me pase por aquí con tiempo te lo digo y nos vemos…
…Un saludo…
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