viernes, 1 de enero de 2016

# MONSIEUR WITNESS LVII #


The End


The End lloraba de rabia y apagaba las velas. Una vez más había perdido todo lo que había apostado en el hipódromo. Él y su jaula repleta de pájaros tramaba una venganza apoteósica. Soñaba con cambiar el rumbo y el ritmo del mundo. The End —se relamía mirándose al espejo— empezaba de nuevo.

4 comentarios:

Arponero en tierra. dijo...

Padre Betis.
Corazón de nardo andalusí, añoro las llanuras aluviales de los fértiles valles de la Bética. Y prefiero un naranjo de amargas naranjas de las que harán amarga mermelada al gusto de los british, al madroño que hunde las raíces en una tierra capaz de dar ejemplares tan amargos, más amargos que las dulces naranjas amargas de Sevilla.
Salú, Maya.

Arponero de Lebrija dijo...

Corazón de nardo andalusí, añoro las llanuras aluviales de los fértiles valles de la Bética. Y prefiero un naranjo de amargas naranjas de las que harán amarga mermelada al gusto de los british, al madroño que hunde las raíces en una tierra capaz de dar ejemplares tan amargos, más amargos que las dulces naranjas amargas de Sevilla.

Arponero en el Congreso dijo...

Te veo más flacucho que desde la última vez, Maya.
Salú.

Miguel Ángel Maya dijo...

Ando flacucho y demacrado, sí... Pero volveré a ser el que era, mi querido Arponero. ;-)
Salud!