The End
The End lloraba de rabia y
apagaba las velas. Una vez más había perdido todo lo que había apostado en el
hipódromo. Él y su jaula repleta de pájaros tramaba una venganza apoteósica.
Soñaba con cambiar el rumbo y el ritmo del mundo. The End —se relamía mirándose
al espejo— empezaba de nuevo.