María León, después de las fiestas
Y
cuando todo el mundo se iba
y
nos quedábamos los dos
entre
vasos vacíos y ceniceros sucios,
qué
hermoso era saber que estabas
ahí
como un remanso,
sola
conmigo al borde de la noche,
y
que durabas, eras más que el tiempo,
eras
la que no se iba
porque
una misma almohada
y
una misma tibieza
iba
a llamarnos otra vez
a
despertar al nuevo día,
juntos,
riendo, despeinados.
Julio
Cortázar
«Después
de las fiestas»
Miguel Ángel Maya
8 de febrero de 2015
P.D. La foto es de Antonio Abeledo Carbonell
* * *
2 comentarios:
Algunos nunca dejamos de leerte.
Te seguimos con apasionado recelo.
No te me vayas mucho tiempo.
...La vida tiene estas cosas, querido Arponero...
:-)
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