María León, después de las fiestas
Y
cuando todo el mundo se iba
y
nos quedábamos los dos
entre
vasos vacíos y ceniceros sucios,
qué
hermoso era saber que estabas
ahí
como un remanso,
sola
conmigo al borde de la noche,
y
que durabas, eras más que el tiempo,
eras
la que no se iba
porque
una misma almohada
y
una misma tibieza
iba
a llamarnos otra vez
a
despertar al nuevo día,
juntos,
riendo, despeinados.
Julio
Cortázar
«Después
de las fiestas»
Miguel Ángel Maya
8 de febrero de 2015
P.D. La foto es de Antonio Abeledo Carbonell
* * *