sábado, 2 de abril de 2011

TODO O NADA



...Sólo ahora, después de dos horas y cincuenta y ocho minutos de viaje simbólico por la A-92 estoy en la página 9, que empieza así: "En este volumen figuran casi todos los cuentos de Fogwill. Quedaron fuera los que considera descartables". Hasta ahora no había pasado del puño y letra de la dedicatoria de la página 5...

...Arrío las banderas. Doblo las sábanas del sofá. Tiro el papel de regalo de la mesa. Las palabras siempre con sus paradojas: regalo. Miro la bolsa con "miguelitos" de crema. Recaliento la pasta de anoche, apuro el último medio vaso de la botella de albariño junto a la cual estuvimos computando fantasmas. Sin querer huelo en mi camiseta la huella de un abrazo antes de subir al coche. Un intermitente a la izquierda y todo se desvanece. Me mira Fogwill desde la portada del libro...




...Quizás no ha pasado nada que no sea intangible, ninguna crónica épica, como en esas películas francesas donde todo parece pasar en otra parte. Nada crucial o urgente, ningún salto mortal o disparo a quemarropa. La deformación del tiempo y del espacio que nos provocan las personas memorables requieren su mitología: caminar por la ciudad con un esguince en el pie izquierdo, asistir al relato oral de una autobiografía con un acento, unos ojos, unos gestos, un gin-tonic, reír por primera vez sin que la risa sea ese estúpido "jajaja" del cibermundo...
...Ya sabíamos que eso de todo o nada era una ridícula manera de ver las cosas. Me basta con estremecerme con los mundos que entrechocan y brillan, y con el calor que desprenden...
...Por ahora, esas tenemos...

Miguel Ángel Maya
Sevilla, 2 abril, 2011

P.D. Las fotos son de Izis, y están tomadas de aquí.

4 comentarios:

tormenta dijo...

Consigues transportarme a donde están tus relatos.
Love.

Ra dijo...

"Como en esas pelis francesas donde todo parece pasar en otra parte"... sí, Señor: el que es vintage es vintage :P

Miguel Ángel Maya dijo...

;-)

Miguel Ángel Maya dijo...

...Los latidos vintage, querida Ra, terminan convirtiéndose en pintorescas onomatopeyas de esas que tanto le gustan a usted y a sus amiguitos...